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Organizaciones indígenas acceden a negociar con minera china

A principios de esta semana, el gobierno nacional de Ecuador envió al ejército nacional a la zona de conflicto para continuar con el proceso de desalojo, por ello las comunidades shuar están refugiadas en las montañas circundantes

pueblos-indigenasCiudad de México.— Las organizaciones que representan a 12 millones de indígenas de los nueve países amazónicos pidieron hoy poner fin al creciente conflicto que enfrenta una empresa minera china y el ejército ecuatoriano contra el pueblo shuar en una región conocida como la Cordillera del Cóndor.

El coordinador de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) también denunció la creciente persecución de los líderes indígenas por parte del gobierno ecuatoriano y pidió al gobierno chino que cumpla con sus compromisos establecidos en 2014 para evitar las violaciones de los derechos humanos y los daños al medio ambiente en los países en los que sus empresas invierten.

“Instamos a las partes involucradas en el conflicto a emprender un proceso de diálogo que busque una solución pacífica, efectiva e inmediata y ofrecemos nuestro espacio organizacional para iniciar este proceso”, declaró hoy la COICA en un comunicado oficial apoyado por organizaciones indígenas representantes de los nueve países que cubren la cuenca amazónica: AIDESEP (Perú), Confeniae (Ecuador), OPIAC (Colombia), FOAG (Guayana Francesa), APA (Guyana), OIS (Surinam), CIDOB (Bolivia) y ORPIA.

En la declaración también se pedía al gobierno del Ecuador que respetara los derechos colectivos de los pueblos indígenas y que levantara el estado de emergencia impuesto en la provincia de Morona Santiago, foco del conflicto.

“Queremos dejar claro que los gobiernos nacionales no lograrán romper la unidad del movimiento indígena para impulsar estos proyectos que causan daño a nuestras comunidades y a la naturaleza, nuestros hermanos del pueblo shuar no están solos, las organizaciones de la cuenca amazónica los respaldamos y no permitiremos que nadie viole sus derechos”, dijo Edwin Vásquez, coordinador general de la COICA. “Pedimos diálogo porque creemos que establecer el diálogo entre las partes con la presencia de organizaciones internacionales es la mejor alternativa para resolver este conflicto, no queremos más violencia, no queremos más víctimas”.

COICA también pide a las delegaciones diplomáticas de China presentes en los países de la cuenca amazónica insistir en que las compañías chinas que hacen negocios en la región respeten los derechos de los pueblos indígenas, y que hagan el monitoreo de la conducta ética y legal de las empresas chinas.

El conflicto comenzó en agosto de este año, con el desplazamiento del pueblo shuar de Nankints, en la Cordillera del Cóndor, al sur de la Amazonia ecuatoriana. El nuevo ocupante, con el apoyo del gobierno ecuatoriano, es el consorcio minero chino EXSA (Ecuacorriente y Explorcobres), que busca desarrollar un proyecto minero a gran escala conocido como “Proyecto San Carlos Panantza”, en la provincia de Morona Santiago.

A principios de esta semana, el gobierno nacional de Ecuador envió al ejército nacional a la zona de conflicto para continuar con el proceso de desalojo, por ello las comunidades shuar están refugiadas en las montañas circundantes, donde carecen de acceso a fuentes de alimentos, servicios básicos y comunicación.

Las organizaciones indígenas ecuatorianas también denuncian un aumento en la persecución y criminalización de líderes que se oponen a la operación minera. El pasado 22 de diciembre, Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) informó de la existencia de una orden de detención inmediata contra él, así como de nueve líderes indígenas amazónicos.

Mientras tanto, en la madrugada del miércoles 21 de diciembre, el líder Agustín Wachapá, presidente de la Federación Interprovincial de Centros Shuar (Ficsh), fue detenido y procesado, un juez lo condenó a prisión preventiva por su supuesta participación en el delito de fomentar el conflicto.

Fuente: Teorema Ambiental

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