Tendencias

Museo de El Carmen instalará su tradicional Altar de Dolores, virtual

La medida responde a mantener una costumbre para los festejos de la Semana Mayor que serán entorpecidos por la contingencia sanitaria que se vive en todo el país

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 3 de abril de 2020.— La tradición del Altar de Dolores para conmemorar la Semana Santa nació en la ciudad de Florencia durante el Renacimiento y llegó a la Nueva España con los misioneros franciscanos, quienes mostraron a los indígenas una Virgen Dolorosa que, al igual que ellos, padecía y lloraba.

Por ello fue rápidamente adoptada por los indígenas en el siglo XVII, en sitios como los antiguos pueblos de San Ángel, Tizapán, Tlacopac y Chimalistac, al sur de la capital virreinal, como duelo para la madre de Jesús, luego que fue ejecutado, así como una práctica de reflexión y penitencia, e incluso como motivo de reunión y verbena popular.

En un intento por que dicho Altar sea recordado durante la presente Semana Santa, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Museo de El Carmen, en San Ángel, informaron que el tradicional Altar de Dolores será instalado siete días antes del Viernes Santo, como una oportunidad de difundir entre el público atisbos de la vida cotidiana en el virreinato y su iconografía.

Este año, sin embargo, tras más de una década de colocación de amplias instalaciones museográficas alrededor del Altar de Dolores, se recreará de forma virtual, a través de sus redes sociales, para respetar el programa “Contigo en la distancia”, implementado por el gobierno federal para evitar la aglomeración de personas.

La historiadora del arte y directora del museo, Eva Ayala Canseco, señaló que una primera opción que se estudió, antes del cierre temporal, fue instalar un altar fotográfico al aire libre, a fin de evitar aglomeraciones dentro del edificio.

Por ello, en las redes sociales del Museo (Facebook/MuseoDeElCarmen, Twitter @museodeelcarmen e Instagram @museodeelcarmen) se difundieron infografías, cápsulas de video y fotografías de los altares colocados en años previos.

Cada una de estas publicaciones explica el origen de la tradición tanto en el ámbito mundial como en el antiguo convento de frailes carmelitas de San Ángel, a la vez que detalla los elementos que integran el Altar de Dolores: desde la efigie mariana hasta el corazón atravesado por siete dagas, las aguas de sabores, las “lágrimas” de vidrio azogado y los germinados de alfalfa o trigo, entre otros.

“Esta es la primera vez que no instalamos físicamente el altar, pero decidimos preservar virtualmente esta tradición ya conocida por nuestros visitantes, con el fin mantener activa nuestra oferta cultural”, expresó Ayala.

Un altar para alegrar a María

Colocado siete días antes del Viernes Santo y hasta el Jueves de Amapolas, ya durante la semana de Pascua, el Altar de Dolores tiene el objetivo de alegrar y distraer a la Virgen María del dolor que le causa la Pasión y la muerte de su hijo en la cruz.

Para ello, se ponen objetos como toronjas con pequeñas banderas multicolores, hechas con papel, o bien las citadas “lágrimas” de vidrio azogado, para representar el llanto de la Dolorosa y multiplicar la luz de las velas del altar.

Cada Viernes de Dolores, los pobladores de San Ángel se reunían para peregrinar por cada una de las casas en donde previamente se había montado un altar. Así, llamaban a la puerta tanto de chozas como de grandes mansiones, usando un peculiar santo y seña: “¿Ya lloró la Virgen?”

Posteriormente, se les invitaba a pasar y a rezar un rosario, luego del cual el anfitrión les ofrecía aguas cuyos sabores representaban un mensaje específico de la Pasión de Cristo: Jamaica, la sangre de Cristo; limón con chía, la Resurrección; tamarindo y naranja, la amargura de María, y horchata como símbolo de la pureza de la Virgen.

Transcurridos siete días, ya durante el Viernes Santo, la gente del pueblo se congregaba en el templo de El Carmen, de donde salía la imagen de la Virgen Dolorosa en procesión silenciosa, y en cuyo atrio un fraile leía por último un sermón preparado para la ocasión.

Para mantener esta tradición, el Museo de El Carmen extiende una cordial invitación a su público y a los internautas en general, a conocer más acerca del Altar de Dolores y reflexionar acerca de los significados culturales y patrimoniales que resguarda esta tradición.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO