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Mexicana embajadora del Año Internacional de las Legumbres

La nueva embajadora de la FAO explicó que su nombramiento le permitirá hacer llegar a las comunidades la importancia del frijol y otras legumbres

mexicana-legumbresCampeche, Campeche.— Una mexicana fue designada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como embajadora especial para el Año Internacional de las Legumbres, representando a América Latina y el Caribe.

Patricia Juárez, de 34 años, dice que, “pese a que los mexicanos comemos diariamente frijol, muy pocos sabemos de sus cualidades nutricionales. Hace mucha falta información para valorarlos más”.

La nueva embajadora de FAO explicó que su nombramiento le permitirá hacer llegar a las comunidades la importancia del frijol y otras legumbres y continuar escribiendo una historia que empezó en su niñez.

Desde pequeña ayudaba a su padre, Anastasio Juárez, técnico agropecuario y pequeño productor, sembraba maíz, frijol, chile de agua, maguey mezcalero y aguacate.

Fue gracias a la influencia y el apoyo de su padre que Patricia decidió estudiar agronomía. Cada mañana a las 5 am se levantaba para tomar un autobús al Instituto Tecnológico Agropecuario de los Valles, en el municipio de Xoxocotlán.

Hoy es pequeña productora de frijoles, ingeniera agrónoma y madre orgullosa de Alberto y Marlene. Como embajadora especial de la FAO, Patricia Juárez motivará a productores, autoridades y consumidores a aprovechar mejor las proteínas derivadas de las legumbres.

Basada en su experiencia de años trabajando con pequeños productores, ayudará a los países de la región a incrementar la producción de legumbres claves para la alimentación latinoamericana, como el frijol, promover la rotación de cultivos y favorecer el comercio de las legumbres.

Las manos y el corazón en la tierra

Patricia se tituló con una tesis sobre el efecto de la salinidad en la productividad del jitomate hidropónico. “La horticultura fue mi materia preferida”, confiesa hoy recordando sus años de estudiante.

Al concluir la carrera comenzó a trabajar como técnica en Tlaxiaco de Juárez para realizar el plan de desarrollo rural sustentable del municipio.

Luego se dedicó a una de sus mayores pasiones: trabajar con pequeños agricultores familiares. Asesoró a los productores de la región Valles y Mixteca de Oaxaca para que mejoraran la productividad de sus cultivos de maíz y frijol.

“Era gente muy humilde, con quienes dialogaba para trasmitirles las técnicas a través de talleres participativos”, recuerda. “Estos campesinos tienen terrenos muy fraccionados, de entre un cuarto de hectárea o máximo una hectárea, por lo que la producción es para autoconsumo.”

Con su labor buscó incrementar la producción del frijol a través de la difusión de la importancia de este cultivo, aplicando paquetes tecnológicos adaptados a cada región, implementando nuevas técnicas agronómicas como la aplicación de abonos orgánicos y el establecimiento de parcelas demostrativas.

Desde hace tres años, Patricia dejó de dar asesorías para dedicarse de lleno a su familia y ayudar a su padre en el cultivo del frijol y maíz, que siembran en cinco hectáreas, actividad en donde toda su familia se involucra.

Este año, Patricia y su familia iniciaron la siembra a mediados de agosto.

Experiencia personal al servicio de la comunidad internacional

El pasado 2 de marzo de 2016, Patricia participó en el acto de lanzamiento del Año Internacional de las Legumbres en el marco de la 34ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, celebrada en la Ciudad de México.

Frente a los ministros de Agricultura de 32 países de la región, resaltó la importancia y valor nutricional del frijol.

“Fue una de las mejores experiencias que he tenido, ya que pude contar mi experiencia de cómo cultivamos el frijol en Oaxaca, cómo lo preparamos, ya que muy pocos conocen el frijol negro delgado”, afirmó Juárez Arango.

Según la FAO, el conocimiento de Patricia como productora de frijol contribuirá a transmitir el mensaje de que el aumento de la producción y consumo de las legumbres puede mejorar la calidad de la dieta de las personas y su salud en general.

Mediante la colaboración con pequeños productores comprometidos como Patricia, la FAO busca enviar una señal fuerte a la comunidad internacional sobre el potencial de las legumbres.

Los efectos beneficiosos de estos cultivos no solo son clave para la seguridad alimentaria y la nutrición, sino que tienen efectos positivos en relación al cambio climático, ya que fijan nitrógeno en el suelo, mejorando la salud de la tierra y los nutrientes del suelo.

Fuente: FAO / Teorema Ambiental

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