Teorema Ambiental/Redacción
Metepec es uno de los nueve pueblos mágicos del Estado de México y se distingue por el talento de sus artesanos, principalmente alfareros que se dedican al trabajo con cerámica y barro, especialmente el “Árbol de la vida”, una pieza ornamental de diferentes tamaños, formas y motivos que tratan de explicar la vida de los seres humanos en sus diferentes facetas.
Los árboles de la vida son esculturas de barro horneado a bajas temperaturas. La mayoría de las piezas son miniaturas de entre 26 y 60 centímetros de altura, aunque existen artesanos que han diseñado piezas monumentales para decorar lugares públicos y han tardado hasta tres años en concluirlas.
El tema principal con el que se elaboran es el Génesis, por ello siempre se muestran las escenas acompañadas de árboles plantas y todo es ricamente coloreado. Pero también hay representaciones de otros pasajes de la Biblia o de diferentes fiestas típicas religiosas como la Navidad o las Posadas.
En la punta de la escultura se puede encontrar la representación de Dios, debajo se colocan las ramas del árbol que tienen relación con la creación del universo en siete días.
Más abajo, se aprecian figuras como Adán y Eva, animales, flores y frutas que representan al Paraíso, otro de los personajes que no puede faltar es San Miguel Arcángel quien, en esta historia, desterró a Adán y Eva, mientras que a los pies de este se encuentra la antagónica serpiente.
La escultura finalmente forma un candelabro; en sus inicios fue utilizada para la enseñanza en la época de la colonia, debido a que las imágenes eran muestras del origen de la vida según la religión católica.
Desde hace un par de décadas diferentes artesanos han realizado variaciones de esta artesanía, uno de ellos Tiburcio Soteno Fernández quien ha presentado sus creaciones en exposiciones permanentes y temporales en países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Escocia e Italia.
Esta tradición artesanal ha sido conservada en Metepec, municipio donde una generosa parte de sus ingresos económicos derivan de la venta de artesanías.
Metepec fue nombrado como Pueblo Mágico el 14 de septiembre de 2012, reconocimiento que le fue otorgado debido a sus coloridas artesanías y su arquitectura de carácter religioso, formando así parte de los nueve pueblos mágicos que existen en el Estado de México.
