Actualmente, el foco epiléptico se puede determinar a partir de la interpretación subjetiva de los patrones visuales de los registros y su experiencia
Además de ser un área de gran ayuda al cálculo, estadística y desarrollo de análisis cuantitativo, científicos en España desarrollaron un modelo matemático que analiza la actividad cerebral para localizar las áreas cerebrales en las que se originan y propagan las crisis epilépticas.
De acuerdo con la revista Clinical Neurophysiology, los registros estereoelectroencefalográficos (Seeger) se convierten en modelos matemáticos que explican las crisis epilépticas de los pacientes, lo que permite delimitar la zona cerebral que se debe extirpar durante la cirugía para evitar consecuencias negativas en los pacientes y abre la vía a prevenir crisis epilépticas.
Esta técnica permite registrar la actividad eléctrica de la zona cerebral donde se produce la crisis epiléptica gracias a unos microelectrodos que se implantan en el cerebro, una alternativa que se emplea en casos de epilepsia muy complejos.
La investigación, realizada por miembros de la Unidad de Epilepsia del Hospital del Mar de Barcelona y el Centro de Investigación en Cognición y Cerebro (CBC), de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), registró 50 crisis epilépticas localizadas en el lóbulo temporal de siete pacientes farmacorresistentes.
Los ingenieros y neurólogos que participaron en este estudio aplicaron un algoritmo matemático que traduce en datos numéricos los registros que se obtienen con la Seeger y con los números obtienen una imagen que se superpone a la de la resonancia magnética del paciente, y así localizan el foco epiléptico.
