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Llamado a las industrias y consumidores para salvar el suelo

Gobiernos, científicos, industrias, organizaciones, millones de personas nos damos cuenta que cada vez avanza más la desertificación y el planeta sufre las consecuencias

Ciudad de México, 18 agosto de 2022.— De acuerdo con McKinsey, el sector de la construcción contribuye casi con el 40 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) y 25 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, considerando el combustible fósil, el carbono operacional y embebido propio de su cadena de abastecimiento.

Asimismo, la industria AEC, usa el 50 por ciento de los recursos naturales del planeta. Y si bien se vienen desarrollando transformaciones en toda la industria, comprometidos con la sostenibilidad, tales como usar hidrógeno para producir acero, agregar aditivos de bajo carbono al cemento, también hay otras posibilidades más elementales y asequibles que bien vale la pena reconocer para corregir lo que hoy los economistas llaman “falla del mercado”, aludiendo a los recursos naturales que han dejado de ser ponderados en la estructura de precios de productos y servicios, por haber sido considerados simplemente disponibles. Haciéndose evidente, ante las consecuencias de la exagerada explotación y producción de desperdicio, que debemos lograr incorporar cada vez más a los procesos de industria, la comprensión de los ciclos naturales, heredando a partir de los mismos su circularidad y eficiencia como vehículos hacia el desarrollo de una infraestructura cada vez más resiliente.

Desde una perspectiva de industria, es importante tener claro que la circularidad es el principal habilitador de la sostenibilidad y asimismo la transformación digital es el principal habilitador y acelerador de la circularidad, en vista de que gracias a ella podemos visualizar e implementar soluciones eficientes y efectivas, a ser escaladas, sin exponer el capital natural ni el capital económico para una efectiva y eficiente realización de obras. La transformación digital, implica el uso de herramientas y procesos ágiles: modelos BIM en la industria de AEC y en manufactura conceptos de diseño e ingeniería asistidos por computador (CAD, CAM y CAE), que se entrelazan con la gestión de vida útil de los productos, PLM por sus siglas en inglés. Mas tratándose de la sostenibilidad, sería claramente pretencioso pensar que la tecnología lo resuelve todo, dado que las soluciones holísticas implican ir de la mano de la naturaleza considerando fundamentos que hasta la fecha parecieran ser ignorados.

Con gran fuerza, surge una campaña global para Salvar al Suelo, liderada por Sadhguru con el apoyo de importantes entes internacionales como la ONU, el Foro Económico Mundial, la Organización Mundial de Alimentos, gobiernos de más de 25 países, científicos, líderes de industria y millones de personas, haciendo notar la conexión que hay entre los renombrados desafíos globales que afectan las industrias y la acelerada desertificación que el planeta sufre.

La ONU advierte que a 2045 produciremos 40 por ciento menos alimentos para una población que crecería 25 por ciento más sobre la actual, lo que es casi dos mil millones más de personas. Por lo cual, este movimiento busca que 3.5 mil millones de personas exijan a sus gobiernos la construcción de leyes que incentiven la restauración del suelo, para que usando la ventana de tiempo que advierten los científicos de 10 a 15 años, se logre revertir la desertificación aumentando la materia orgánica entre 3 y 6 por ciento restableciendo las propiedades del suelo, so pena de que en el año 2050 la vida en el planeta diste de ser como hoy la conocemos.

Por ello cuando tenemos en nuestro escritorio desafíos de construcción para recibir con techo la migración de personas a las grandes ciudades, desarrollo de redes de servicios para la provisión de agua potable o el desarrollo de conectividad multimodal con baja huella de carbono, debemos procurar soluciones holísticas que además de disponer la infraestructura, mejoren las condiciones de entorno, pues es la única forma de conseguir resiliencia en la infraestructura con un real sentido de servicio para la vida.

El Foro Económico Mundial por ejemplo invita al desarrollo de Ciudades Esponja, ciudades con capa orgánica que absorba y retenga la humedad. Dado que un suelo sano consigue regular el ciclo del agua, reteniéndola, filtrándola y alimentando las cuencas, previniendo inundaciones, erosiones y sequía. Preserva la biodiversidad y brinda seguridad alimentaria para una población creciente con índices de desnutrición que avanzan incluso en países tropicales donde podría haber cosechas de manera permanente. El suelo es la entidad de mayor potencial de captura de carbono en el planeta después de los océanos y hoy su desertificación está liberando más carbono a la atmósfera que el mismo parque automotor de combustible fósil.

Es de resaltar que ya empresas líderes en la región, como la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, que ha trabajado desde hace más de cinco años en la transformación social a través de la formulación, diseño, ejecución, asesoría y consultoría de proyectos urbanísticos que aportan al desarrollo del territorio y al mejoramiento de la calidad de vida. Otra empresa es Alexandre Furcolin de Sao Paulo, en sus diseños civiles y arquitectónicos, vinculan librerías Revit donde han clasificado especies vegetales endémicas para ser usadas en urbanismo y paisajismo armonizando ambientes que atraen salud, biodiversidad y mitigan el recalentamiento.

Adicionalmente BlueBird Coffee de Colombia, mapea variables de cultivos de café correlacionándolas con condiciones meteorológicas para mejoramiento del grano, proyectándose, un innumerable potencial de nuevos casos de uso donde la convergencia de industrias permite diseñar, construir y gestionar corredores verdes, soportados para su escalabilidad en sistemas de información georreferenciados tales como ESRI e Infraworks que permiten combinaciones innovadoras de tradicionales proyectos constructivos tales como vivienda de interés social, escuelas u obras de infraestructura con agricultura regenerativa, soluciones para abastecimiento de agua o la planeación de ciudades esponja.

El desarrollo de infraestructura resiliente es indispensable para el cierre de brechas en la región, implicando la cooperación interdisciplinaria y una vista integral sobre el entorno. Con BIM y ambientes comunes de datos, se puede habilitar la gestión de la información de manera oportuna, unificada y segura, permitiendo a los diferentes grupos de interés, aportar y visualizar mejoras con transparencia, siendo esta la única forma que tenemos para reconciliar la economía con la ecología a la velocidad y costos que respondan holísticamente a los desafíos globales, atrayendo paz, prosperidad y progreso.

Fotografías: Agencia JeffreyGroup

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