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Instituto de Ingeniería-UNAM participará en restauración de Catedral

El proyecto para restaurar los daños provocados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017 y otros efectos del paso del tiempo y la contaminación podrían tardar un año

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 18 de febrero de 2020.— El proyecto de restauración de la Catedral Metropolitana será ejecutado por expertos del Instituto de Ingeniería de la UNAM y de una empresa especializada en restauración que contratará el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y podría demorar hasta un año; mientras que la ejecución de las obras, se calcula, podría tomar “varios años más”.

Las obras buscarán reparar los daños provocados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017 y otros más relacionados con el desgaste natural y la contaminación a los que está sometido el inmueble. De acuerdo con el INAH, los daños del sismo fueron catalogados como graves, pese a ello, no existe un proyecto ejecutivo de restauración, entre otras razones por un asunto administrativo relacionado con la obtención de los recursos.

En 2019 se planteó trabajar con el Instituto de Ingeniería, que desde hace varios años realiza monitoreos al sitio.

El arquitecto Antonio Mondragón, director de Apoyo Técnico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, explicó que el Instituto de Ingeniería conoce la dinámica del inmueble, el comportamiento del subsuelo y tiene colocado un sistema de instrumentos que permiten tomar registros de las deformaciones geométricas.

Sin embargo, explicó que no se le puede contratar de manera directa debido a complejos requisitos administrativos, por lo que intervendrá una empresa especializada en restauración arquitectónica, con personal capacitado en trabajos de consolidación estructural a alturas de 30 a 40 metros.

La Catedral tiene un presupuesto aprobado de 54 millones de pesos, con el que se realizaron los primeros trabajos de estabilización e incluirá el proyecto y la ejecución de la restauración.

Las afectaciones más visibles en Catedral son el desfasamiento de los sillares de cantería en los vanos de ambas torres-campanario; el agrietamiento de bóvedas y muros en los costados oriente, poniente y sur; la caída de las cruces que coronaban la torre poniente y la fachada del Sagrario Metropolitano; y el colapso de la escultura la Esperanza que, junto con la Fe y la Caridad, integra un conjunto escultórico creado por Manuel Tolsá, que se encontraban en la parte alta de la fachada, junto al reloj monumental y que fueron colocadas provisionalmente en un patio trasero del inmueble.

Desde finales de 2017 y durante 2018 se realizaron obras de protección emergentes, estabilización de torres-campanario y consolidación de grietas. “Ya se hizo un trabajo de resane de fisuras, se hicieron inyecciones para recuperar los morteros que se pierden cuando hay movimientos; y se colocaron anillos de acero en las torres-campanario”, explicó el experto.

Se han hecho reparaciones e introducido refuerzos para dar resistencia al edificio y a las torres-campanario. Mondragón dice que otro elemento afectado fue la gran linternilla de la cúpula central, que hubo fisuras en las juntas horizontales de la sillería de cantera y un volteo de la balaustrada que rodea la linternilla, agregó.

Sin embargo, con los sismos hubo una serie de efectos que tienen que ver con la separación de algunas de las capas del enladrillado de las cubiertas.

“Tenemos que analizar muy bien el estado de estos enladrillados para definir si se pueden mantener con una serie de inyecciones de morteros que recuperen la adherencia o si es necesario retirar para volver a colocar, esto ya son elementos de protección pero son fundamentales para evitar que haya filtraciones”, explica.

Sobre el conjunto escultórico de Tolsá, la restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación de Patrimonio Cultural, Lucía de la Parra, dice que aunque ya hay un proyecto, se invitará a empresas especializadas a presentar sus propios proyectos y la dependencia supervisará los trabajos, que serán sufragados con dinero del Fondo Nacional de Desastres.

La escultura de la Esperanza cayó a consecuencia del movimiento telúrico y sufrió severos daños. Sin embargo, será recuperada con las mismas características visuales y se reutilizarían los fragmentos originales, pero se hará un estudio para saber cómo están los fragmentos. “Tenemos que saber si esos fragmentos permitirán rehacer el rostro (la mayor pérdida), si no, veremos con especialistas qué hacer, por ejemplo si se restituye a través de modelaje.”

Sin embargo, los recursos del Fonden solo serán para la Esperanza y para restituir las esculturas en la torre; intentarán que alcance para intervenir a la Caridad y a la Fe.

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