Tendencias

INAH entrega rehabilitación de Adoratorio de Ehécatl en Metro Pino Suárez

El templo fue objeto del más importante mantenimiento desde su apertura pública en 1969. Se instalaron cédulas, fotografías y un videomapping que muestran a los usuarios su trascendencia histórica

Teorema Ambiental/Redacción

inah-pino01Contemplado ya sea con detenimiento o durante un recorrido con prisa, el Adoratorio de Ehécatl, ubicado en el interior de la estación Pino Suárez del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, no solo es la más pequeña y visitada de las zonas arqueológicas bajo custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sino también el más tangible origen de muchas de las leyes y políticas públicas que hoy vigilan y resguardan el patrimonio cultural de los mexicanos.

Así lo manifestó Diego Prieto Hernández, director general del INAH, quien encabezó este miércoles la entrega de los trabajos integrales de rehabilitación de este espacio, a los cuales calificó como los de mayor alcance en los 49 años que han transcurrido desde su apertura al público en 1969. Asimismo, remarcó, la estrecha colaboración que el instituto y el STC han tenido para realizar labores periódicas de limpieza y mantenimiento del monumento.

En compañía de Jorge Gaviño Ambriz, director general del STC Metro, el antropólogo Diego Prieto detalló las labores de conservación que especialistas de la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH realizaron mediante la técnica de encalamiento y con el uso de materiales propios a la edificación prehispánica, para recuperar el aspecto que debió tener este templo dedicado al dios del viento, construido hacia el año 1400 d.C., bajo el reinado de Huitzilíhuitl.

Los especialistas indicaron que además de la atención al monumento, el proyecto incluyó la instalación de cédulas informativas y fotografías, muchas de ellas inéditas, en columnas y muros aledaños, que acercarán a los usuarios a temas como las cosmogonía mexica y el rol que en ella tenía Ehécatl-Quetzalcóatl, la distribución de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, a la construcción de la estación Pino Suárez y el descubrimiento del adoratorio.

“Este sitio reviste de una importancia adicional al ser pionero en materia de protección al patrimonio cultural, pues su exploración en 1967, perfiló el establecimiento en el INAH de la actual Dirección de Salvamento Arqueológico, y antecedió a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, de 1972”, recordó Diego Prieto.

Por su parte, Jorge Gaviño destacó que otra innovación está en el videomapping que en lo sucesivo se proyectará en los costados de la estructura prehispánica. Esta herramienta multimedia, refirió, brindará tanto a los usuarios del metro como a los transeúntes de la Plaza Pino Suárez, “una experiencia única, en la que se podrá conocer la historia y los aspectos míticos” del templo.

El director del metro señaló que el videomapping programará sus funciones en horarios de baja afluencia en la estación Pino Suárez, con la idea de que sus visitantes establezcan sus horarios y maximicen su experiencia en el “museo subterráneo”, junto a las cédulas informativas y una pantalla de video adicional que ahonda en la información sobre la estructura prehispánica.

En ese video se muestran las tres edificaciones superpuestas que conviven en el templo y que corresponden a tres deidades del panteón mexica: Tláloc, en el segmento cuadrangular y más bajo del adoratorio; Ehécatl, en la parte circular del mismo, y Omacatl, numen de los convites, aludido en los chalchihuites que rodean a manera de franja la sección que invoca al dios del viento.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO