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Grana cochinilla, pigmento de alto valor

La grana cochinilla es una especie que se usaba desde la época precolombina en México para extraer pigmento natural, el cual es empleado en textiles, cosméticos, pinturas, fotografías, alimentos y medicamentos.

Hoy, la creciente demanda de colorantes naturales, ya que algunos sintéticos muestran propiedades cancerígenas, abre una oportunidad para los productores nacionales de grana cochinilla que, sin embargo, se enfrentan a las dificultades del mercado que exige grandes volúmenes para poder comprar su producto, mientras aquí sólo se produce en pequeñas cantidades.

En nuestro país son varios los estados productores de grana cochinilla, entre ellos Tlaxcala, Hidalgo, México, Jalisco, algunas porciones de Colima, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí y Yucatán.

El cultivo de este insecto tiene importancia cultural, económica y ecológica. La primera tiene que ver con el hecho de que México lo producía en la época precolombina; la segunda, con el buen comportamiento que han observado los precios del carmín, colorante natural, y la tercera, con las características sustentables del recurso.

Liberato Portillo, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, apunta que en México tenemos muchos recursos en espera de ser explotados de una manera sustentable, todos ellos renovables al 100 por ciento, y pueden ser industrializados y dar ventajas extras como productos transformados. Hay que recordar que México es el segundo consumidor mundial del co-lorante y casi importa todo su consumo en su totalidad, dado que su producción es reducida.

El especialista, que labora en el Departamento de Botánica y Zoología del Laboratorio de Biotecnología de esa universidad, asegura que el cultivo de la grana cochinilla es un buen negocio, el colorante natural obtenido (ácido carmínico) puede costar entre 35 y 300 dólares, dependiendo su pureza, que requiere gradualmente de procesos más complejos y costosos.

El comportamiento del precio es muy errático, pero la tendencia ha sido que en periodos de diez años se presentan ascensos y descensos. Hoy nos ubicamos en el cuarto año del decenio en el que comienza a subir y espe-ramos que ahora no sea para volver a bajar, anota Liberato Portillo, quien confía en que se estabilice entre los 30 y 45 dólares y, en el mejor de los casos, llegue hasta 50 dólares. Recuerda que hay picos altos donde llega a 120 dólares, pero también ha caído a 12 dólares.

A pesar de que México no es productor a gran escala, tiene ventajas sobre el resto de países, ya que con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte no paga aranceles y el costo de transporte es más barato hacia Estados Unidos.

Perú ocupa el primer lugar mundial en producción de grana cochinilla, pero otros países importantes como Chile, Argentina, Bolivia, Islas Canarias y China empiezan a producir para autoconsumo. La producción mundial de cochinilla seca asciende a las 1,350 toneladas al año, cifra que establece una marca de producción mundial en la época moderna.

En nuestro país el precio estaba deprimido y no había mucho interés, pero ahora que se está reactivando la demanda de co-lorantes naturales también se está volviendo a reactivar la producción.

Lo que falta

Uno de los problemas principales es la baja producción ya que en las diferentes regiones apenas se obtienen unos cuantos kilos, y para estar en condiciones de abastecer a la industria se requiere de por lo menos una tonelada. En este sentido, desde la perspectiva de los investigadores, es necesario el apoyo del gobierno para reunir todas esas pequeñas producciones y venderlas a gran escala.

Centros de investigación impulsan un proyecto para que la iniciativa privada apoye a los productores con el fin de que se incremente un poco más la superficie de cultivo y que no sólo vendan la materia prima, sino que ese mismo grupo procese la cochinilla y obtenga un porcentaje de lo que se beneficia en la procesadora de colorante. En México sólo hay una procesadora.
La idea es revertir la tendencia de adquirir la cochinilla en el exterior y empezar a consumir la producida en el país.

Liberato Portillo subraya que los productos naturales se ven como una moda, pero es una necesidad que llegó para que-darse. Tenemos tantos radicales libres que debemos fijarlos de alguna manera y el ácido carmínico es un excelente fijador.
Las especies

Las cochinillas del carmín son un grupo de insectos americanos que pertenecen a la familia monogenérica Dactylopiidae, que incluye diez especies, de las cuales seis se reportan para el te-rritorio mexicano (Dactylopius ceylonicus, D. coccus, D. confu-sus, D. opuntiae, D. tomentosus y D. bassi).

La especie de grana cochinilla que muestra un alto contenido de ácido carmínico (AC) es la Dactylopius coccus (DC), por lo que es comúnmente usada en México y otros países productores de carmín natural. El AC cuenta con certificado de la Comunidad Económica Europea (E-120) y la Food and Drug Administration (Natural Red 4), para ser utilizado en alimentos, bebidas y productos farmacéuticos, entre otros. Incluso, algunos autores atribuyen al AC una pro-bable acción antitumoral, antiviral y antibiótica.

Hospederos

DC es considerada como un parásito obligado de algunas especies y cultivares de nopal pertenecientes a los subgéneros Opuntia y Nopalea, que proporcionan al insecto alimento, refugio y espacio para su reproducción. Los especialistas recalcan que no todos los cultivos de nopal son idóneos para usarse en la cría de la cochinilla debido a que cada uno presenta características intrínsecas y diferente grado de interacción con el medio en el cual vegetan.

En este sentido, se pueden considerar tolerantes, resistentes o susceptibles a la actividad trófica de la cochinilla. La búsqueda del huésped por parte de la ninfa migrante de la cochinilla se lleva a cabo, presumiblemente, median-te una serie de estímulos de naturaleza química, aunque no se debe desechar la influencia de aquellos físicos como la turgencia, la estructura de la epidermis y el estado de la planta en general. Por lo que las características fisio-lógicas y el nivel nutrimental pueden influir sobre el estable-cimiento, reproducción y calidad de la cochinilla. En este contexto se ha observado que aquellas plantas con alta turgencia dificultan la introducción de los estiletes de las ninfas de la cochinilla.

Desecación de la cochinilla

La extracción de los pigmentos a partir de la grana cochinilla no se realiza inmediatamente después de la recolección del insecto, sino que éste debe conservarse deshidratado hasta el momento en que se va a procesar. El secado tradicional tiene como inconvenientes que puede prolongarse hasta 45 días, necesita mucha mano de obra y además la calidad final del producto puede verse afectada.

El proceso de secado es una operación compleja que envuelve fenómenos de transferencia de masa y transmisión de calor y que provoca cambios en la estructura del insecto, así como modificaciones del color y del aspecto final del producto. Por tanto, es necesaria una selección apropiada de las condiciones de secado para minimizar el estrés térmico, el sobre-secado y la pérdida de los pigmentos de interés, que determinan la calidad final de la cochinilla.

Los investigadores Méndez-Gallegos, Santiago de Jesús1 Gon-zález-González, Mónica2*; Lobo-Rodrigo, María Gloria2 realizaron un estudio donde evaluaron la influencia de cuatro métodos de sacrificio (ultrasonidos, asfixia, congelación y tratamiento térmico) y dos de sacri-ficio–secado (microondas y estufa de aire caliente) sobre la calidad final de la cochinilla deshidratada. El color de las muestras se determinó mediante un co-lorímetro antes y después del tratamiento, cuando el producto estuvo desecado y pulverizado. La cuantificación del ácido carmínico se realizó por espectrofotometría y la caracterización y cuantificación de los pigmentos por cromatografía de líquidos.

La calidad del colorante (expresado como porcentaje de ácido carmínico y contenido en pigmentos minoritarios) no sufrió alteraciones luego de los tratamientos aplicados. Sin embargo, la utilización de microondas acorta considerablemente el proceso de deshidra-tación, lo que permite un importante ahorro energético y de tiempo al compararlo con el secado en estufa.

Ninguno de los tratamientos de sacrificio mejoró la calidad del producto final respecto a aquellos que provocaban el sacrifico y secado conjuntamente (microondas y estufa).
El tratamiento de microondas es capaz de desecar el producto hasta el límite legal para su comercialización, de manera que se ahorraría mucho tiempo y mano de obra, respecto al secado tradicional.

La clasificación de los dactylópidos mexicanos se puede ubicar desde antes de la llegada de los europeos a tierras americanas, los habitantes del México prehispánico distinguieron dos tipos de cochinillas del carmín: una fina o cultivada denominada nocheztli que significa sangre de tuna, y otra corriente o silvestre conocida con el término también náhuatl ixquimilihiuqui, la primera se refiere a la especie cultivada Dactylopius coccus y la segunda al resto de las especies de Dactylopius consideradas silvestres. (Liberato Portillo Martínez y Ana Lilia Vigueras).

*Los datos presentados fueron obtenidos durante el X Congreso Nacional y VIII Congreso Internacional sobre Conocimiento y Aprovechamiento del Nopal y otras Cactáceas de Valor Económico, realizado en la UACh.

Liberato Portillo Martínez, e-mail: portillo@cencar.udg.mx
1 Campus San Luis Potosí, Colegio de Posgraduados. e-mail: jmendez@colpos.mx
2 Laboratorio de Fisiología Vegetal. Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, La Laguna, España. e-mail: mgonzal@icia.es

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