Teorema Ambiental/Redacción
Habitantes de Santa Catarina Ayotzingo y San Juan Tezompa, en el municipio de Chalco, Estado de México, alertaron a las autoridades luego que descubrieron que una zona de cultivo de unos metros cuadrados se quemó desde el subsuelo y emanaba vapor extremadamente caliente, por lo que pensaron que podría tratarse del nacimiento de un volcán.
Una vecina del lugar, quien caminaba con su hija por esa zona a finales de abril, reportó que a su hija se le hundió un pie en el suelo y sufrió quemaduras. Inmediatamente llamaron a las autoridades y reportaron que además la hierba ardía y emanaban gases calientes de diferentes zonas del terreno.
El martes pasado, acudieron expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). Sin embargo, descartaron que se tratara de un posible volcán, como se especuló en redes sociales.
José Antonio Aguilar Galicia, director de Protección Civil de Chalco, explicó que, a espera del dictamen final del Cenapred, la posible causa del fenómeno sería un incendio subterráneo, conocido como “turba” (combustión de material vegetal depositado en el subsuelo) y que se activó por las altas temperaturas o una fuente de fuego externa.
“Hace mucho tiempo esto era laguna, obviamente quedan residuos orgánicos, y estos, con el tiempo, se descomponen y se pueden crear gases. Esos gases empiezan a salir, sobre todo ahora con el calor que está muy fuerte”, dijo el funcionario municipal.
Los expertos del Cenapred hicieron la medición de la temperatura en varios puntos del terreno y encontraron temperaturas de hasta 350 grados centígrados, por lo que recomendaron a la población no acercarse.
Por ello, se ha restringido el paso a la zona, aunque no ha sido acordonada todavía.
Ramón Espinar, geólogo de Cenapred, descartó que se trate del nacimiento de un volcán y reiteró que el fenómeno podría ser producto del incendio de materia orgánica en el subsuelo. Precisó que la temperatura en esa superficie alcanza los 200 grados centígrados.
Campesinos de ambas comunidades, dijeron que de las 29 hectáreas que conforman el terreno, en los 500 metros cuadrados, no crecía la hierba y ahora todo está quemado.
Mario Ramírez del Valle, cuidador de los terrenos, dijo que desde hace unos 40 años la zona no ha sido cultivada, pese a que se encuentra fuera del área urbana, la vivienda más cercana, se ubica a unos 300 metros.
También se espera la visita de vulcanólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
