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Fraudes han incrementado: 6 consejos básicos para evitarlos

Durante 2020 el número de fraudes se incrementó en hasta 25%

Ciudad de México, 3 de agosto de 2021.— La situación económica actual y las restricciones de movilidad ocasionadas por la pandemia, generaron una importante necesidad de dinero para muchas compañías y personas. Lamentablemente, muchas empresas apócrifas han aprovechado la oportunidad para ofrecer créditos en el mercado, que al final del día resultan ser fraudes. Ya sea que necesites dinero para atender un imprevisto, impulsar un nuevo plan, o lograr tus conquistas personales, solicitar un crédito debe ser un proceso bien pensado, en el que debes considerar todas tus opciones. Es importante que revises no solo las condiciones del crédito a las que tienes acceso (como el monto, tasa y plazo), sino también el proceso de aplicación, su duración, los canales de atención que tienes disponibles y tus necesidades.

La digitalización del sector financiero da acceso cada vez a más servicios sin tener que salir de casa, con menos trámites y requisitos, y con mejor experiencia para el usuario. Sin embargo, esto también ha aumentado las incidencias de fraude y suplantación de identidad de entidades financieras, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), durante 2020 el número de fraudes se incrementó en hasta 25 por ciento, por lo que debes estar más atento que nunca a la comunicación que recibes y conocer los mecanismos que tienes para asegurar que la institución con la que tratas o la oferta de crédito que recibes son ciertas.

El principal riesgo es caer en engaños de personas u organizaciones que no son instituciones financieras, que solicitan depósitos por adelantado y huyen con ese dinero, aprovechándose de la urgencia o usurpando la identidad de instituciones reconocidas. Regularmente son ofertas por teléfono y redes sociales, que utilizan canales no corporativos o informales.

¡Abre bien los ojos! Conoce las señales de alerta.

1. Créditos no solicitados. Las instituciones financieras pueden ofrecerte un crédito que no pediste, esto no significa que sea un fraude. Pero, si tú no lo buscaste, procede con cautela.

2. Demasiado bueno para ser cierto. Debes tener mucho cuidado ante una aparente facilidad, tasas muy bajas o ausencia de requisitos. Una institución financiera real tiene que hacer un análisis de identidad y riesgo y, a partir de ello, ofrecerte una tasa de interés, monto y condiciones.

3. No te piden información complementaria. La tecnología actual permite que las instituciones preaprueben o hagan un análisis de crédito en microsegundos, principalmente si ya eres cliente de esa institución. Si recibes una oferta que no requiere ningún dato adicional como comprobar tu identidad o tus ingresos, ¡cuidado!

4. No utilizan canales oficiales. Hay que tener mucha precaución si te contactan por números de whatsapp o redes sociales que no pertenecen a una institución regulada, y observa siempre el URL de la página web. Algunos fraudes replican elementos visuales que simulan ser empresas muy reconocidas, pero no son el canal oficial de la organización.

5. Pago por adelantado. Este es uno de los intentos de fraude más comunes. Una gran alerta es cualquier persona o institución que te solicite hacer un depósito previo a la autorización, evaluación o desembolso de tu crédito. Ya sea que le llamen trámites de gestión, o algún tipo de seguro.

6. Todo es urgente y puedes perder una gran oportunidad. Parte del fraude es darle un sentido de urgencia a cualquier trámite, si la persona te presiona y te dice que está haciendo todo lo posible por esperar, pero que si no actúas rápido vas a perder las condiciones o la “oportunidad” de ese crédito, debes encender tus luces rojas.

Cómo prevenir:

• Solo haz tratos con empresas reconocidas y registradas ante la Condusef, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Tu dinero y tus finanzas valen la pena para que les dediques un poco de investigación. Por ejemplo, puedes revisar información en medios de comunicación o en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros de la Condusef. También puedes ir un paso más allá y verificar que la institución no se encuentre reportada en el Portal de Fraudes Financieros.

• Toma el control del proceso. Si necesitas liquidez para apoyar un plan o resolver alguna urgencia, acude tú mismo a la institución que ofrece el crédito, directamente a través de su app, presencialmente o en los canales oficiales que veas en su sitio web o en Condusef o Profeco. Ten cuidado si te están vendiendo una “gran oportunidad” por teléfono y si te presionan para tomar una decisión en el momento.

• Recuerda que sí tienes opciones. Hace muchos años, obtener un crédito era realmente una odisea y parecía que solo unos cuantos afortunados podían acceder a ello o, si habías tenido un problema en tus pagos del pasado, parecía que las puertas se cerraban para siempre.

La realidad es que siempre se puede sanear un historial crediticio y las opciones de financiamiento se hacen cada vez mayores gracias a la digitalización del sector. Las instituciones están utilizando cada vez más herramientas tecnológicas para agilizar la evaluación de la capacidad y voluntad de pago de una persona, y para brindar una mejor experiencia y un mayor acceso a financiamiento, incluso para personas que estaban fuera del sistema bancario tradicional. Adicionalmente, tienes alternativas como los créditos con garantía, con los que puedes obtener recursos utilizando tu auto, casa o nómina. NO caigas en el error de pensar que no tienes opciones, eso te puede llevar a una situación de riesgo.

• Cuidado con la información que proporcionas. Si bien una institución seria te pedirá datos de identificación o domicilio, en su sitio web debe incluir qué información te solicita y con qué objetivo. Es normal que te pidan un número de cuenta para realizar el depósito de tu crédito, pero eso se solicita hasta la firma de contrato, y en ningún momento se te debe solicitar información de acceso, códigos de seguridad o similares.

• Ve a tu ritmo. No firmes nada sin leer detalladamente las condiciones, verifica la información del contrato y el registro de Condusef o Profeco, pregunta y resuelve todas tus dudas. Y nuevamente, entabla conversación solo después de que hayas iniciado el trámite directamente con la institución y a través de los canales que ellos avalan. Por ejemplo, hay empresas fintech que a través de una app o sitio web puedes iniciar el trámite y te permiten continuar con un asesor vía whatsapp, pero primero tienes que comenzar en la plataforma original e idealmente mantenerte en ella.

• No hagas ningún depósito anticipado. Punto.

“Antes de adquirir cualquier compromiso financiero es importante evaluar tus opciones y anticipar tu capacidad de pago. Un crédito es un mecanismo para fondear y lograr un objetivo, por lo que la oferta que contrates debe ser acorde a tu situación y planes; por ejemplo, aprovechando un activo para obtener mejores condiciones con un crédito con garantía. La prisa es mala consejera. Si no tomas tu tiempo para evaluar las opciones que tienes, puedes perder una buena oportunidad o, peor aún, caer en una estafa sin darte cuenta”, concluyó Sofía González, business head de Creditas en México.

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