La expedición duró 12 días y permitió realizar diversos estudios de medicina, geología, incluso de etnología
MÉXICO.— Una expedición mexicana llegó a un paraje que, en pleno siglo XXI, no figuraba en los mapas: el glaciar más alto sobre la línea del Ecuador.
Se localiza en una ladera del volcán Cayambe, a cuatro mil 740 metros sobre el nivel del mar. Le bautizaron Arista del Águila y El Cóndor.
“Cuando las aves simbólicas del cóndor y el águila se reúnan, habrá una época de prosperidad, entonces, consideramos que la línea del Ecuador más que ser divisoria en América, es el Ecuador quien nos une y nos identifica a partir de esta geografía”, comentó Arturo Montero García, líder de la expedición.
Además de conquistar un nuevo punto en la Tierra, lo interesante de este glaciar es que atraviesa el Ecuador terrestre, es el sitio donde hay mayor radiación solar en el planeta… es como si alguien encontrara una zona tropical en los polos.
La expedición duró 12 días y permitió realizar diversos estudios de medicina, geología, incluso de etnología. Se documentó la relación de este volcán con la población ecuatoriana que habita sus faldas.
“Nos comentaba uno de los arrieros que ellos tienen sueños, cuando él va al volcán de pronto sueña que se aparece la volcana, en forma femenina, y de pronto le habla, no sé, del volcán, que cuando él venga sea respetuoso”, dijo Karla Campos, estudiante de etnología.
El vínculo con el volcán Cayambe va más allá de lo cultural, es una fuente de agua dulce para la población que podría verse afectada por el calentamiento global.
“Nos muestran que hay una recesión del 50 por ciento del área de este cuerpo de hielo. entonces tenemos una gran crisis ecológica ambiental”, declaró Montero García.
“Es lo que les suministra de agua, tanto para riego como para beber, entonces si este glaciar se llega a perder los problemas de abastecimiento de agua que van a tener van a ser muy serios”, indicó Jesús Montes, guía de alta montaña.
Imitando las expediciones del siglo XIX, la mexicana incluyó a un pintor paisajista quien plasmó en lienzos la imagen del sitio inexplorado por el hombre.
“Fue un gran reto, una nueva forma de conocer el lugar, estar conviviendo con él y tratar de plasmarlo plásticamente”, concluyó Jorge Obregón, artista plástico.
Parte de las fotografías, las pinturas y el equipo de esta expedición se puede apreciar en el Museo Casa del Risco, al sur de la ciudad de México.
Fuente: Once Noticias
