En las zonas áridas hay un recurso natural que puede ser explotado y representar una interesante opción para que las familias de zonas marginadas obtengan ingresos importantes: el orégano.
Se trata de una planta muy utilizada como condimento en la gastronomía mexicana, que tiene propiedades medicinales y produce aceites. Particularmente en Coahuila, las poblaciones nativas se distribuyen en las laderas de las serranías, en la región sureste, en el desierto, en la Carbonífera y en La Laguna, donde cubren grandes superficies.
Esta distribución puede ayudar a impulsar y fortalecer el desarrollo sustentable de la planta, mediante acciones de conservación, protección, restauración y fomento a la producción. Por ello, uno de los principales objetivos de la Secretaría de Fomento Agropecuario del estado es el de reactivar oportunidades productivas en el semidesierto, con esta especie y otras que ofrezcan potencial competitividad y representen nichos de mercado importantes.
La idea no es nueva, ya que desde 1984 se fundó la primera organización de recolectores de orégano de Coahuila, que estuvo integrada por 15 ejidos de los municipios de Ramos Arizpe, General Cepeda y Parras, y que alcanzó niveles de producción superiores a las 300 toneladas anuales.
Actualmente, en el ejido General Cepeda se construye un centro de acopio y opera una máquina seleccionadora, es decir, separadora de hojas. Sin embargo, aún falta mucho por hacer. En este sentido, es fundamental incorporar a la producción formal a más propietarios y productores potenciales, tanto en la cosecha, como en la industrialización y comercialización del orégano.
Tareas pendientes
Una de las principales tareas por realizar es la de seleccionar más comunidades y convenir con ellas su aceptación para desarrollar cultivos con nuevas formas de producción. Otra es la de apoyar a los productores en el aprovechamiento de la planta e iniciar su domesticación en forma intensiva y semiintensiva. Un tercer compromiso es el de capacitar a los productores en la reproducción de la planta para la siembra.
Una vez cumplidas estas tareas, las metas planteadas por el gobierno estatal son incorporar al establecimiento de plantaciones al menos a 18 comunidades al finalizar 2003 y dar seguimiento a otras 21 comunidades que participaron en 2001 y en 2002.
Otro objetivo es instalar y reactivar dos industrias para extracción de aceite, proyecto que contaría con asesoría técnica y apoyos del Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor). Finalmente, se trata también de promover la organización de dos grupos de productores de orégano en las regiones sureste y laguna.
Uno de los principales obstáculos es que las poblaciones naturales responden a la presencia de lluvias, lo cual afecta y modifica las oportunidades productivas. Frente a esto, una solución es la de fomentar el establecimiento de parcelas semiintensivas e intensivas, con el uso de tecnologías de sistemas de riego.
Frente a la falta de información y capacitación para presentar de forma adecuada los productos en los mercados, el gobierno estatal propone realizar cursos de capacitación en temas técnicos, en control de calidad y mercadeo. Con el apoyo gubernamental se otorgará asistencia técnica y se pretende promover más autorizaciones.
Intermediarismo y otros obstáculos
El intermediarismo es una realidad en muchos de los procesos productivos del campo en México. La presencia de intermediarios provoca que los beneficios para los productores se reduzcan. Sin embargo, el respaldo que otorga el gobierno local en el área de comercialización consiste en capacitar a productores para que identifiquen y establezcan enlaces con los mercados.
Mediante el análisis de experiencias en otras regiones y gracias a que se gestionan apoyos para la adquisición de equipos, se puede superar el problema de falta de maquinaria industrial.
En el avance de los trabajos, es indispensable seleccionar a las comunidades que históricamente han sido productoras de orégano, pero si se elige a otras comunidades, éstas deberán contar con áreas disponibles y ser aptas para establecer las plantaciones y operar el proyecto.
También se deben tomar en cuenta a las comunidades que ya han cumplido compromisos en otros programas de gobierno y, sobre todo, incluir a las poblaciones de bajos recursos y con potencial de mano de obra para diversificar actividades actuales.
La evolución de las plantaciones de orégano en Coahuila ha sido la siguiente: en 2001, se cultivó la planta en una superficie de 30 hectáreas, con la participación de 11 comunidades. En 2002 fueron 26 hectáreas cultivadas en nueve comunidades y para finales del presente año se espera cultivar 44 hectáreas, con una intervención de 18 comunidades.
