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Después de la tormenta… no siempre llega la calma

Además de las afectaciones directas por un fenómeno como un sismo, con el paso de los días surgen otros peligros para la población

Teorema Ambiental/Redacción

salud-sismoLuego de vivir un desastre natural, existen riesgos latentes para la población que están relacionados de forma indirecta con el evento y que pueden ocasionar graves problemas de salud pública.

Según la empresa Ecolab, especializada en servicios y tecnologías de agua, higiene y energía, las afectaciones de un desastre natural como el del pasado 19 de septiembre, no solo se contabilizan en el impacto económico ni en el número de personas afectadas, las consecuencias siguen impactando mucho tiempo después. Posterior a un desastre natural, una de las principales problemáticas es mantener la salud y la higiene a pesar de la falta de agua y servicios sanitarios. Los daños a la salud implican no solo la atención inmediata a las víctimas, sino efectos de mediano y largo plazo.

Además de seguir las indicaciones por parte de las instancias oficiales, es de vital importancia recuperar, en la medida de lo posible, la organización de los patrones habituales de vida. La capacidad de recuperar estos patrones va en función de la magnitud de los daños causados por el desastre.

Por ejemplo, entre las recomendaciones básicas está seguir las instrucciones del personal de protección civil, ejército o autoridades, ubicar albergues y puestos de ayuda, sin embargo también es importante racionar el agua y los productos de higiene previamente almacenados, debido a que se desconoce el nivel de las afectaciones a las redes sanitarias.

Entre otros consejos, está no comer nada crudo ni de procedencia dudosa, beber solo agua envasada.

Además, en caso de afectaciones a la infraestructura sanitaria, evitar tirar desechos (fisiológicos o basura) al aire libre, para evitar la propagación de bacterias y otros agentes que causan enfermedades.

Del mismo modo, eliminar estancamientos de agua para evitar la formación de plagas e infecciones.

En caso de heridas, evitar exponerse a las aguas contaminadas y cubrir las heridas abiertas con una venda a prueba de agua, dentro de las posibilidades, mantener la afectación lo más limpia posible lavándola bien con agua limpia y jabón.

Caso contrario, si una herida presenta enrojecimiento, inflamación o supuración, buscar atención médica de inmediato.

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