Irónicamente, la FAO estimó que en el mundo hay casi 800 millones de personas que viven con hambre
Países de América Latina y el Caribe anunciaron su interés de impulsar un código internacional de conducta que oriente al mundo a identificar los puntos críticos, prácticas y actores claves vinculados con las pérdidas y desperdicios de alimentos.
Julio Berdegué, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, lanzó el llamado de alerta durante el III Diálogo Regional de pérdidas y desperdicios de alimentos: “Que una gran parte de los alimentos que se producen en el mundo acaben en la basura, cuando más de 795 millones de personas aún sufren hambre en todo el planeta, es un verdadero crimen.”
De tal manera, el código de conducta permitirá coordinar la respuesta global mediante una visión compartida y estrategias de acción que involucren a todos los actores del sistema alimentario y de ser acogida por la comunidad internacional, la propuesta servirá como base para construir un instrumento jurídico.
Según la FAO, mientras que en los países en desarrollo un 40 por ciento de las pérdidas ocurre en las etapas de poscosecha y procesamiento, en los países industrializados más del 40 por ciento de las pérdidas se produce en el comercio minorista y entre los consumidores.
Como ejemplo, se explicó que cada año se usan cerca de mil 400 millones de hectáreas de suelo para producir alimentos que no son consumidos, superficie mayor a la de Canadá y la India en conjunto.
