Han sido halladas 32 tumbas, con hasta 1,500 años de antigüedad, previas al esplendor del imperio inca
Teorema Ambiental/Redacción
Arqueólogos peruanos descubrieron un cementerio prehispánico de unos mil 500 años de antigüedad donde se hallaron evidencias de rituales y ceremonias de culto a los muertos, informó el Museo Tumbas Reales de Sipán.
Este cementerio preincaico se encuentra en el complejo arqueológico El Chorro, situado en el distrito de Pomalca, unos 750 kilómetros al norte de Lima. El lugar fue utilizado tanto por los mochicas como por los lambayeque o sicán, dos de las principales civilizaciones que dominaron la costa norte de este país sudamericano.
Las excavaciones comenzaron el pasado 24 de septiembre y desde entonces se han desenterrado 32 tumbas, de las que 23 pertenecen al último periodo de la época moche y nueve a la cultura lambayeque.
Quince tumbas pertenecen a niños o adolescentes mochicas a los que les faltan huesos de los pies, explicó el director del complejo arqueológico El Chorro, Edgar Bracamonte.
“Les han retirado huesos de los pies ex profeso. En algunos casos pensábamos que podían ser amputaciones, pero en uno de ellos constatamos la ausencia del peroné, lo que nos indica claramente que se trata de actividad posterior a su muerte”, agregó. “Esto vuelve aún más importante e intrigantes los rituales y el culto a los muertos que tenemos en esta zona”, añadió.
También hallaron 150 vasijas y varios tumis (cuchillos ceremoniales), muy emblemáticos de las civilizaciones prehispánicas de Perú. “Durante las ceremonias, había alimentos, bebidas y música. Hemos encontrado una cantidad de silbatos y alimentos de todo tipo que se conservan bastante bien. También una cantidad de ollas con claros indicios de preparación de alimentos”, finalizó.
Los trabajos contaron con el asesoramiento del famoso arqueólogo peruano Walter Alva, director del Museo Tumbas Reales de Sipán, quien en 1987 descubrió al Señor de Sipán, el primer gran gobernante del Antiguo Perú, comparado con el faraón egipcio Tutankamón por la fastuosidad de su tumba.
