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Descubre el henequén, el oro verde yucateco con Raíces Mayas

Los mayas empleaban su cosecha para fabricar cordeles y sogas, pero gracias a la resistencia de sus fibras, se han empezado a explorar diversos usos

Teorema Ambiental/Redacción

El henequén es uno de los tesoros más preciados en la historia de Yucatán, pues durante el porfiriato fue conocido como el “oro verde” de la península gracias al impacto económico que tuvo en aquella época. El también llamado sisal (en honor al puerto desde donde se exportaba), es una especie de agave originaria del estado; sus hojas producen fibras que pueden ser empleadas para hacer plásticos, textiles y papel.

Además, crece en climas secos y cálidos y se adapta a tierras que para otro tipo de cultivos serían estériles. En un principio, los mayas empleaban su cosecha para fabricar cordeles y sogas, pero gracias a la resistencia de sus fibras, se han empezado a explorar diversos usos para añadirse a textiles, materiales de construcción e incluso en la industria automotriz.

A mediados del siglo XIX, se intensificó la producción de sisal en Yucatán por la demanda tanto en el país como fuera de él y gracias a las haciendas henequeneras, que dedicaban grandes extensiones de tierra para el cultivo del material. La industria creció tanto que se convirtió en la principal actividad económica del estado hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando sufrió una crisis con la llegada de las fibras sintéticas.

En la actualidad, para sacar la fibra de la hoja, se utilizan máquinas desfibradoras restauradas de más de un siglo de antigüedad. Allí, la hoja es cortada y luego se realiza la llamada raspa, que es cuando se separan el agua y la pulpa de las fibras. Posteriormente, se pone a secar al sol alrededor de cuatro horas. Luego se peina la fibra, es decir, se separan los hilos y se almacenan en carretes, listos para transformarse en máscaras, tapetes, bolsas, zapatos y un sinfín de productos artesanales.

Hoy en día existen artesanos que intentan rescatar esta tradición para la comunidad yucateca y continúan trabajando con este material. Un ejemplo es la empresa Raíces Mayas, quienes comercializan desde 2006 productos diseñados a base de henequén, con el fin de reactivar esta industria, que es muy importante para la península y al mismo tiempo preservan las técnicas de producción tradicionales.

Al ser pioneros en el uso decorativo del henequén, Raíces Mayas se ha convertido en un referente en Izamal, destacando gracias a sus diseños originales (mucho de ellos con registro) y a su manejo único y tradicional del sisal. Sus elaboraciones están teñidas con tintes de origen vegetal y mineral y son enceradas con un aditivo que hace a sus productos semiimpermeables.

Estos artesanos han conseguido transformar las fibras de agave en hermosos jarrones, cabeceras, vistosos biombos, lámparas y un gran número de piezas que pueden ser personalizadas sin perder su gran calidad.

Además, la industria del henequén permitió crear manifestaciones culturales y arquitectónicas que distinguen al estado con sus haciendas, como un resguardo vivo de la cultura ancestral maya y a la influencia de las culturas española y libanesa, que dotan a esta tierra de una identidad única y tradiciones que siguen vigentes y enorgullecen a sus habitantes.

Yucatán, además de sus haciendas coloniales y sus Pueblos Mágicos, posee zonas arqueológicas, playas, impresionantes paisajes naturales y reconocida gastronomía.

Además, ofrece destinos para el turismo de aventuras, ecoturísticas y culturales gracias a la conectividad de su capital, Mérida, que cuenta con vuelos nacionales e internacionales, y caminos por carretera que facilitarán los traslados para disfrutar al máximo una visita.

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