Tendencias

Crece demanda mundial de productos orgánicos

Ante la preocupación de algunos países por tener una mejor calidad de vida y cuidar el medio ambiente, existe una tendencia mundial por consumir productos sanos, preferentemente orgánicos.

Este mercado registra tasas de crecimiento de producción y demanda de más de 20 por ciento anual, que es insuficiente para atender la demanda en Europa, Japón y América del Norte.

La agricultura orgánica se practica en casi todos los países del mundo: 30 de África, 30 de Asia, 5 de Oceanía, 10 de Sudamérica y 20 de América Central y el Caribe, entre los cuales figura México, como líder del mercado mundial del café orgánico.

Las ventas de alimentos orgánicos crecieron en las principales áreas del mundo de 10,000 millones de dólares en 1997 a 20,000 millones en el año 2000. Los expertos pronostican una expansión del mercado para alcanzar 100,000 millones de dólares en el año 2010.

Estructura y dinámica del mercado mundial

Tanto la Organización Mundial de Comercio (OMC) como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) coinciden en que los principales mercados demandantes de productos orgánicos se encuentran en Europa, Estados Unidos y Japón, países industria

lizados cuya población se caracteriza por su alto nivel de ingresos.

En la Unión Europea se ha registrado un crecimiento de las ventas de aproximadamente 25 por ciento por año, desde 1991. Países como Dinamarca, determinan la tendencia hacia el futuro. En ese país, 22 por ciento de la harina consumida proviene de sistemas de producción orgánica; asimismo, 20 por ciento de la leche, 13 por ciento del huevo, 12 por ciento de la zanahoria y 7 por ciento de la papa. Dinamarca también es el país con el mayor gasto por habitante en alimentos orgánicos (113.59 dólares en el año 2000).

Otro ejemplo es la región de Munich en Alemania, donde 30 por ciento del pan consumido es orgánico. Los mayores crecimientos en el gasto per cápita los han registrado Suecia y Nueva Zelanda, con 262 y 388 por ciento, respectivamente, entre 1997 y 2000.

De acuerdo con la experiencia de estos países, los expertos estiman que en los países desarrollados los alimentos orgá

nicos podrán alcanzar una participación en el total del mercado del orden de 10 por ciento.

Encuestas realizadas en Estados Unidos, Canadá y Alemania distinguen compradores fuertes y ligeros. En los 3 países resalta el hecho de que los consumidores de productos orgánicos sean aquellos que tienen una mejor preparación académica y no precisamente aquellos que tienen un mejor ingreso; también destacan aquellos que tienen una mayor educación relacionada con los alimentos, y conocimientos sobre las prácticas de producción orgánicas.

Políticas de apoyo

Uno de los principales motores para la reconversión a la agricultura orgánica en todos estos países, con excepción de México, ha sido el apoyo gubernamental.

Un estudio sobre la Unión Europea mostró que entre los principales factores para la adopción de este sistema de producción están las muestras de soporte por parte del gobierno, la remoción de barreras institucionales, el acceso a información para los productores, como el interés por parte de los consumidores y la industria de alimentos, y los logotipos de fácil reconocimiento.

El primer país en establecer una política activa de fomento a la agricultura orgánica en 1987 fue Dinamarca. Posteriormente Alemania utilizó este programa con el mismo propósito; actualmente, todos los países de la Unión Europea, excepto Luxemburgo, estructuran políticas de apoyo a este sector bajo el programa Agro Ambiental de la Unión Europea.

Finalmente, es importante insistir en que en el mundo la agricultura orgánica, a pesar de sus altas tasas de crecimiento y los apoyos para su despliegue, en un lapso previsible no va a sustituir a la agricultura convencional, por limitaciones en la adaptación de las empresas y el bajo poder de compra de estratos importantes de la población.

De facto, la agricultura orgánica ha encontrado un ambiente más propicio en los países desarrollados, donde los presupuestos gubernamentales permiten su fomento.

Su lenta evolución en países en desarrollo es resultado del retiro de los gobiernos de su función de fomento. Pero, en la búsqueda de opciones de producción e ingreso, la producción orgánica para la exportación a los países con mayor demanda ha sido viable.

La producción orgánica en el mundo

En el año 2002 existen 17 millones de hectáreas orgánicas registradas en el mundo. Los dos países con mayor superficie orgánica son Australia y Argentina, con 7.6 y 3 millones de hectáreas, respectivamente.

Entre las naciones que han experimentado crecimiento en su superficie orgánica, superior al 25 por ciento anual, se encuentran: Argentina, Italia, España, México, Finlandia, Dinamarca, Francia, Australia y Reino Unido.

La reconversión de la agricultura convencional hacia la agricultura orgánica ha sido estimulada fuertemente por el dinámico y atractivo mercado de los alimentos orgánicos.

Aunque esta última existe desde los años veinte del siglo pasado y se desarrollaron las primeras normas para su producción en los años setenta, no es sino hasta la década de 1990 cuando empezó a despegar. Más de 80 por ciento de la actual superficie orgánica no había sido incorporada a este sistema sino a partir de los últimos 10 años del siglo pasado.

Este lento despegue de la agricultura orgánica se debe a los fuertes apoyos políticos y económicos que recibió la agricultura convencional, a la subestimación del impacto negativo de la agricultura intensiva en el uso de agroquímicos y a la negación casi generalizada de opciones a la producción convencional.

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