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¡Contra el detalle! Si pasas más de 3 horas en el Taj Mahal serás multado

La medida busca reducir el número de turistas que acuden diariamente a una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno

Teorema Ambiental/Redacción

El turismo es una de las grandes industrias que tendrá el mundo en el siglo XXI. Sin embargo, a pesar de facilitar la interculturalidad de los pueblos y de generar grandes cantidades de dinero en todo el mundo, todavía hay prácticas que no son totalmente amigables con el planeta o con los monumentos arquitectónicos que tiene cada destino.

Por ejemplo, para reducir el número de personas que acuden diariamente al Taj Mahal, considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y Patrimonio Cultural de la Humanidad, se ha aplicado un programa de multas para evitar que los visitantes pasen más de tres horas al interior del monumento.

Esto, debido a que en un día puede recibir hasta 50 mil visitantes, cuya estancia prolongada provoca un desgaste excesivo tanto en la construcción como en sus bellos jardines.

Así, a partir del 16 de junio, deberás presentar tu boleto de acceso al salir y si el tiempo transcurrido es mayor a tres horas, tendrás que volver a pagar la entrada.

Un boleto para extranjeros cuesta alrededor de mil 100 rupias (302 pesos), mientras que para visitar el mausoleo principal hay que pagar 200 rupias (55 pesos) más. La multa equivaldrá a otras mil 100 rupias.

Además, cuando adquieres un boleto, se establece un horario para la visita, por lo que si excediste este horario, perderás tu acceso y tendrás que pagar de nuevo.

Esta es una nueva medida que busca reducir el turismo en este espacio, luego que en diciembre de 2018, la autoridad aumentó el precio del boleto 400 por ciento para los turistas nacionales.

Este tipo de prácticas cada vez son más comunes en el mundo, sobre todo en espacios naturales, donde se establece el número máximo de visitantes que puede albergar un lugar, sin que sea deteriorado. Así, para que los prestadores de servicios turísticos o administradores del espacio mantengan un ingreso que les permita respetar la norma y no recibir a más visitantes de los permitidos, se aumentan las tarifas.

Un ejemplo de esto ocurre en la Playa del Amor, ubicada en las Islas Marietas, del Pacífico mexicano.

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