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Con 71 años, Hipódromo de las Américas opera como el único en México

Se inauguró el 6 de marzo de 1943

El Hipódromo de las Américas cumplió este mes 71 años de operación, con una infraestructura proyectada por el italiano Bruno Pagliai, quien enfocó su proyecto hacia la ciudad de México después que en 1941 fracasó su intento por establecerlo en Las Vegas, California.

Para fortuna del empresario italiano, eran tiempos de la administración del general Manuel Ávila Camacho, conocido como el “Presidente caballero” por la prudencia y persuasión a que recurría en sus actos de gobierno, pero también como el más entusiasta de los presidentes mexicanos en materia hípica.

El director de Apuestas del Hipódromo de las Américas, Ricardo Mar, cuenta que la concesión ya estaba aprobada desde la administración de Lázaro Cárdenas, así que sólo faltaba asignarla y Ávila Camacho otorgó a Pagliai los primeros años de operación.

El 6 de marzo de 1943, en un terreno de 60 hectáreas, propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional, se inauguró el majestuoso Hipódromo de las Américas. El sueño de Bruno Pagliai se cumplía.

La ceremonia estuvo encabezada por el general Manuel Ávila Camacho, acompañado de Carlos Calderón Guardia, presidente de Costa Rica. En esa carrera inaugural la yegua Torch Betty quedó inscrita en los libros de récords como la ganadora.

La operación del recinto tuvo una pausa de mediados de 1996 a noviembre de 1999 cuando se decretó su cierre. Entonces fue concesionado al Grupo Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), que desde entonces opera el único hipódromo de México.

En el óvalo de Sotelo corren caballos pura sangre y cuarto de milla, en una temporada anual de 11 meses, con carreras de viernes a domingo. El Handicap de las Américas es el evento más importante del año.

A partir de la nueva concesión fue objeto de una espectacular remodelación que no se ha interrumpido, y ya para su reinauguración disponía del paddock o ensilladero, sitio en el que antes de hacer sus apuestas los aficionados pueden observar a los jinetes y a los caballos.

También tiene cuatro restaurantes y dispone de la Granja de Las Américas, un parque recreativo infantil.

Las instalaciones cuentan además con áreas como una clínica y una alberca para los más de mil 400 caballos que ahí viven, se entrenan y alimentan; y en fecha próxima abrirá una escuela de jinetes.

El Hipódromo de las Américas fue punto obligado durante las décadas de 1950, 1960 y 1970 para grandes personalidades nacionales e internacionales, según refiere el directivo.

“Vinieron personas de la realeza, el príncipe de Holanda. Vino, antes de ser presidente, Richard Nixon; venían los grandes actores del momento: John Wayne, Humphrey Bogart, Loren Bacal… Quien tú me menciones… De los mexicanos, María Félix, Cantinflas, que estaban constantemente en los eventos sociales que se presentaban en el Hipódromo.”

Este emblemático centro hípico es fuente de empleo directo de más de 600 personas, aunque hay cientos de trabajadores que diariamente acuden al hipódromo, según relata Ricardo Mar.

“…Y luego el mundo de actividad: entrenadores, jinetes, agentes, herreros y demás, que tienen un trabajo a partir de la parte privada, que son los propietarios, estaríamos hablando de unos mil 800, más o menos, de manera directa”, explica.

El Hipódromo de las Américas, donde se han corrido más de cien mil carreras desde su fundación, es reconocido como uno de los mejor equipados y con más alto nivel de tecnología en todo el mundo.

A 71 años de su creación, el óvalo de Sotelo se consolida como uno de los destinos turísticos más importantes y accesibles de la ciudad de México, punto de encuentro, sin distinción.

Con información de Notimex/Gastón García

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