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Campeche, otra alternativa para conocer el Día de Muertos

Del 30 de octubre al 2 de noviembre los campechanos celebrarán a las almas de sus seres queridos con actividades que la cultura maya les heredó como el Hanal Pixán

Teorema Ambiental/Redacción

Campeche, Campeche, 15 de octubre 2019.— En Campeche, la gente cree que el alma que muere obtiene permiso para seguir acompañando a los seres vivos, quienes una vez al año les demuestran que siempre forman parte fundamental de sus vidas. Esto ocurre entre el 30 de octubre al 2 de noviembre cuando se recuerda a las almas de sus seres queridos con tradiciones místicas denominadas como Hanal Pixán que en maya significa comida tradicional que se ofrece a los muertos.

Estos son cuatro rituales que se realizan en la cultura maya para ofrendar a sus muertos:

La Comida de las Ánimas, celebración maya a los muertos
Consiste en la bienvenida que los vivos le dan a los pixanes o ánimas visitantes, recibiéndolos con ofrendas florales, aromatizantes y luminosas, pero sobre todo, con mucho sabor.

Los espíritus viajan a sus altares atraídos por los rezos familiares y las luces de las velas. Al llegar hasta las ofrendas, despojan a la comida de sus “almas”, por ello la comida se debe de colocar fresca, caliente y muy olorosa, pues eso será lo que “comerán” las ánimas. Al enfriarse y perder su frescura, será turno de los vivos, quienes disfrutarán de los alimentos.

En el caso de los pixanitos o almas de los niños, además se les ofrece juguetes y silbatos de aves o animales hechos de barro o arcilla y pintados con colores por los niños de la casa, dulces entre los que destacan las cocadas, el dulce de papaya y de calabaza.

El Pibipollo
Es un platillo a base de maíz y xpelón (frijoles tiernos), relleno de carne, envuelto en hoja de plátano y horneado bajo tierra y que es el elemento principal del altar del Hanal Pixán.

Es una comida sagrada e intocable para la población peninsular, con una gran riqueza simbólica dentro de la cosmovisión maya, sus ingredientes al ser cocinados representan a un difunto: la masa del pibipollo, simboliza la carne del muerto; las entrañas son representadas por el guiso de carne con el que se rellena el platillo. Los frijolitos de xpelón figuran la putrefacción del cuerpo humano al morir, mientras que las hojas de plátano son las mortajas. Finalmente, el hoyo de tierra donde será cocinado, llamado pib en maya, es la tumba.

Pomuch y la Limpieza de Huesos
A 20 minutos de la ciudad amurallada de Campeche se encuentra la pequeña localidad de Pomuch donde se realiza un ritual maya único en el mundo: La Limpieza de Huesos. Esta práctica consiste en sacar de sus tumbas los restos de los parientes y “bañarlos” para dejarlos listos para el Hanal Pixán.

Las familias se visten con sus ropas de fiesta y se dan cita en el cementerio y amorosamente, con una brocha, sacuden cuidadosamente el polvo de los restos óseos de su familiar fallecido. Mientras se realiza el baño ritual, los familiares hablan con sus muertos, relatándoles todos los acontecimientos del año.

Esta tradición milenaria se considera como un símbolo de mucho amor por los seres queridos que se adelantaron.

Hanal Pixán en el corazón de Campeche
En la Calle 59, corazón de la antigua ciudad amurallada y hoy corredor peatonal, se lleva a cabo una gran muestra de los altares tradicionales, así como concursos infantiles, degustaciones de platillos típicos y venta de postres campechanos, todo cobijado por las coloridas casonas del siglo XVIII del viejo puerto colonial.

Esta gran fiesta se realiza el 29 y 30 de octubre, y reúne a más de 100 participantes, entre comunidades mayas, organizaciones civiles, instituciones educativas y negocios particulares, las cuales construyen típicos altares con elementos auténticos, que serán exhibidos por la noche ante más de diez mil visitantes, quienes desfilan por más de cinco calles para contemplar las ofrendas del Hanal Pixán con su pibipollo y su limpieza de huesos.

La experiencia de la fiesta del Hanal Pixán en Campeche es completa, colores, olores y sabores en una tradición milenaria única en el mundo que los campechanos custodian y viven año con año con mucha alegría. Una experiencia sobre la muerte que bien vale la pena vivir una vez en la vida.

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