El empleo de biofertilizantes en los cultivos agrícolas es una alternativa para reducir la aplicación de fertilizantes químicos y de otros agroquímicos que dañan el medio ambiente, además que resultan 90 por ciento más baratos para los agricultores nacionales.
Estas sustancias microbianas son aplicadas a los suelos para desempeñar funciones específicas, las cuales benefician la productividad de las plantas, incluyendo la absorción de agua y nutrientes, la fijación de nitrógeno, la solubilización de minerales, la producción de estimuladores de crecimiento vegetal y el biocontrol de patógenos. Además, pueden utilizarse en los cultivos anuales, las praderas de gramínea y leguminosas, hortalizas y frutales.
En México, los subsidios que tenían los fertilizantes químicos constituían una barrera para la utilización de los recursos microbiológicos del suelo y por esta causa su aplicación fue muy exigua durante la llamada crisis energenética mundial. Sin embargo, al desaparecer éstos, la adquisición de los fertilizantes industriales fue muy difícil para los pequeños y medianos agricultores.
Los biofertilizantes son una opción para los campesinos que no fertilizan o lo hacen con pequeñas cantidades, como el caso de los maiceros, donde se puede reducir hasta el 50 por ciento de la fórmula de fertilidad tradicional en muchas regiones del país, o en leguminosas como la soya se logra reducir al 100 por ciento el uso de fertilizante nitrogenado, con la práctica de inoculación.
Para producir y comercializar biofertilizantes en todo el país, en abril pasado, Asesoría Integral Agropecuaria y Administrativa (Asia) inauguró la primera Biofábrica Siglo XXI, en el estado de Morelos. Esto fue posible mediante un convenio celebrado con el Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno (CIFN) de la UNAM y ASIA, donde la institución educativa desarrollo la tecnología y la empresa la infraestructura para la producción y venta de este insumo productivo.
En una primera etapa, Asia ha decidido fomentar la producción y el uso de azospirillum brasilensis, bacteria específica para los granos básicos, hortalizas, frutales, pastos, caña de azúcar y perennes como café y cacao.
Esta bacteria es capaz de fijar nitrógeno del aire, su mayor atributo es la liberación de ácido indolacético, hormona reguladora de crecimiento de las raíces, lo que estimula el incremento de la raíz de la planta de hasta 30 por ciento, además de que ayuda a aumentar el rendimiento y tolerancia a algunos factores como la sequía.
Un segundo producto es la micorriza, asociación de un hongo con las raíces de las plantas superiores que auxilia en la solubilización de algunos nutrientes en el suelo, así como en el transporte del agua a las plantas, ayudando a la tolerancia a las condiciones de sequía.
Asia es un intermediario financiero no bancario que funge como agente articulador para el desarrollo rural, diseña y aplica esquemas de financiamiento, comercialización y opciones productivas para generar el desarrollo rural.
Una de sus premisas ha sido vincular la agricultura con la actividad industrial, así como el trabajo de investigación científica con la aplicación práctica en el campo, con el objetivo de mejorar las condiciones de producción, productividad, y dar viabilidad a los agronegocios, y sobre todo, contribuir a elevar el nivel de vida de la población rural.
Ventajas de los biofertilizantes
Su costo es 90 por ciento menor a los químicos; aprovecha los microorganismos de la tierra para que la planta asimile mejor los nutrientes; controla patógenos biológicamente y contribuye a la conservación y mejoramiento del medio ambiente.
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