Teorema Ambiental/Redacción
A partir de este domingo, el Maratón Internacional de la Ciudad de México será organizado dentro de la categoría Gold de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés). Por ello, el comité organizador y los patrocinadores buscan convocar a la mayor cantidad de participantes posible.
Una de las medidas para aumentar el número de participantes es invitar a corredores de última hora mediante el regalo de cortesías. Sin embargo, el desgaste físico que implica una prueba como esta puede ser peligroso para corredores que no tengan la suficiente preparación atlética. De hecho, se sugiere un entrenamiento gradual de hasta tres años para competir de manera adecuada.
“Un maratón no es solo correr, debes tener una buena preparación porque son muchos kilómetros, tener un entrenador, porque se van a sentir bien hasta el kilómetro 28, y esto es para toda la gente, sin importar si eres atleta de alto rendimiento o amateur, después llega la pared (luego del km 30) y es donde entra la preparación que, si no la tienes, se corre el peligro de desmayo o desvanecimiento”, dijo José Pacheco, medallista de bronce en el maratón de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
“Creo que se deben dar las cortesías a corredores que esté comprobado que ya han corrido anteriormente un maratón, no se lo pueden dar a todos, y no es hacer menos a nadie, pero no es lo mismo correr un 10K a un maratón”, añadió Maru Ornelas, quien terminó en sexto lugar de la edición del año pasado.
Ornelas ha corrido dos veces el maratón capitalino, considerado el más importante de Latinoamérica, así como otras pruebas, consideradas en la categoría de “Majors”. Por su experiencia señaló que no está contra el regalo de cortesías, siempre y cuando no se otorguen unos días antes de la prueba, como ocurre actualmente en diferentes portales de internet, clubes de corredores o medios de comunicación.
“Apoyo que se otorguen cortesías ‘anticipadas’ para alentar o premiar a corredores distinguidos o aliviar económicamente a aquellos que lo necesiten, entre otras razones. Las llamo ‘anticipadas’ porque considero que debieran promoverse y asignarse meses antes del maratón, cuando debiera empezar el entrenamiento (por lo menos cuatro meses antes)”, abundó.
Además, agregó que las cortesías de “última hora” alimentan algunos de los problemas que los organizadores están tratando de erradicar, como mucho tiempo de competencia o la presencia de corredores tramposos que no recorren la distancia completa, así como el riesgo de una lesión severa o incluso la muerte de algún corredor.
También señaló que esto puede provocar que la gente se amontone en los últimos kilómetros de la ruta y la llegada a la meta, lo que obstaculiza y enfada a los corredores que sí completan los 42K.
Finalmente, señaló que estas situaciones generan inconformidad entre los corredores que pagaron cuota completa con anticipación y desalienta inscripciones anticipadas para años futuros, esperando el “descontón de la última semana”.
