El primer ataúd ecológico, cuyos materiales pueden ser degradados por la tierra en un periodo de siete años, fue presentado en la Expo Funeraria 2009, que reunió en San Luis Potosí a 40 expositores de toda la República.
Inventado en Argentina después de 15 años de investigación en química básica, el féretro está hecho de cartón reciclado y tratado con una “receta secreta” que controla los niveles de acidez en su interior y anula cualquier tipo de fuga que contamine los mantos freáticos durante el proceso de descomposición.
“En México se venden ataúdes muy diferentes, desde los que se construyen comunidades rurales y se venden en 800 pesos, hasta los fabricados de titanio y con incrustaciones de oro que cuestan 85 mil. Los que más se venden son los de tres mil 500 pesos y nosotros ofrecemos el ecológico en tres mil”, explicó en entrevista Santiago Heyser, uno de los directivos de la empresa mexicana Green Option, que distribuirá esta innovación en el país.