Dzilam de Bravo, Yucatán.— En busca de soluciones económicas sustentables, un grupo de pescadores de la costa yucateca ha decidido dejar sus redes para dedicarse a la protección de los recursos naturales de esta zona, que por años se han degradado a causa del alto impacto de la actividad pesquera.
César Angulo
Dzilam de Bravo, Yucatán.— En busca de soluciones económicas sustentables, un grupo de pescadores de la costa yucateca ha decidido dejar sus redes para dedicarse a la protección de los recursos naturales de esta zona, que por años se han degradado a causa del alto impacto de la actividad pesquera.
La apacible costa yucateca es una exuberante combinación de selvas bajas y de mangle, lagunas costeras, cenotes de agua dulce, humedales y marismas con una riqueza biológica extraordinaria. Son los límites de la reserva estatal ecológica de Dzilam de Bravo que cuenta con una extensión de 62 mil hectáreas, de las que 19 mil son de ecosistemas marinos y el resto terrestres.
La fauna del área la integran diversas especies como mono araña, jaguar, tigrillo, cocodrilo, jabalí, tepezcuintle, venados cola blanca, tejón, mapache y conejos. Las aves más comunes son las marinas, como los pelícanos, cormoranes, garzas, flamingos, gaviotas, patos y algunos loros. Los cenotes y manantiales abastecen de agua dulce a los animales en época de secas.
Todo este paraíso, por muchos años virgen e ignorado incluso por los habitantes locales, comienza a promoverse como una opción para el turismo ecológico, para personas que desean admirar con respeto la biodiversidad de esta región. Y quién mejor para cuidar esta riqueza que un lugareño que conoce como la palma de su mano a la selva yucateca.
Javier Nadal Marrufo, alias Chacate, es un pescador retirado, hoy en día convertido en guardabosques de la reserva ecológica de Dzilam de Bravo. Este experimentado lanchero recuerda que hace unos 30 años estos eran lugares vírgenes e inexplorados, pero que en años recientes esta zona ha padecido la tala y destrucción de los bosques de mangle, así como el saqueo y la posible extinción de especies como el mono araña, que años atrás se contaba por cientos.
A la destrucción del hombre, dice, se añaden los daños causados por los huracanes Gilberto e Isidoro, en 1998 y 2002, los que dañaron las líneas costeras de mangle, que aún no se han recuperado.
A Dzilam de Bravo se llega por la carretera costera que sale de Mérida a Puerto Progreso, pasando por Telchac Puerto, San Crisanto, Chabihau y Santa Clara; también por la carretera Mérida-Tizimín, para desviarse por Cansacab y siguiendo por Dzidzantun y Dzilam González.
Los pescadores han integrado la Cooperativa de Servicios Turísticos de Bajo Impacto Ambiental “Sayachuleb”, en la que 20 familias prestan sus servicios como guías, cocineros y guardias ambientales. El presidente de la cooperativa, el joven universitario Raúl Nadal Aldecua, comenta que reciben entre 50 a 100 visitantes por semana y espera que el número aumente, conforme el lugar sea más conocido.
Por ahora se ofrecen cuatro paseos a precios bastante accesibles: al cenote Elepé-ten y la playa de la laguna, área santuario de pájaros cormoranes, flamingos y cocodrilos; en el río Angosto se observará la vegetación de mangle a través de un sendero interpretativo de más de 700 metros; otro paseo es la observación de Las Bocas, manantiales de agua dulce que brotan en medio del mar; otra opción es visitar la playa del cerro para observar aves acuáticas. Todo ellos con un alto respeto a sus recursos naturales, que es transmitido a los visitantes. Para paseos contactar con la cooperativa al correo electrónico sayachulebcoop@hotmail.com, o el teléfono (991) 9122-520.
ado equilibrio
Para Ulises Huesca, subdirector del Corredor Bio-lógico Mesoamericano Región Costa Norte de Yucatán, cuya área de influencia abarca Dzilam de Bravo, la infraestructura tanto de vivienda como de carreteras y puertos en la zona, ha interrumpido la interconexión de los sistemas estuarinos que forman parte de reservas ecológicas y que por la importancia de los humedales éstos forman parte de la lista RAMSAR, que incluye los sistemas de humedades de mayor importancia mundial.
En esta área, comenta, la riqueza natural está amenazada por proyectos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que tiene interés en desarrollar industria petrolera, y por la ampliación de los puertos de la zona, que en definitiva son desarrollos no armónicos con el medio ambiente. Por ello, dice, las comunidades locales tienen la oportunidad de emprender acciones para evitar que esta riqueza natural sufra un mayor deterioro ambiental.
lam, pueblo festivo
Vivir el carnaval de Dzilam de Bravo, es contagiarse del entusiasmo colectivo de este pueblo que hace de esta fiesta de la carne su máxima festividad. Toda la comunidad participa en la organización de la fiesta y sus artesanos han ganado fama regional por sus complejos diseños de animales animados hechos a base de cartón y materiales reciclados.
Las poblaciones cercanas se reúnen aquí para disfrutar de la fiesta de carnaval, que tiene fama de ser la más animada de la costa yucateca.
El presidente municipal, José Audomaro Aguilar, destaca que en esta fiesta se une todo el pueblo. Los pescadores, después de regresar del mar, trabajan en la elaboración de los animales que participarán en el desfile, mientras que las mujeres confeccionan los trajes de carnaval y los disfraces.
