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Alimentos anti-alergias primaverales

La mejor terapia para prevenir las alergias es mejorar las defensas de nuestro organismo

alimentos-antiaEuropa.— Llega la primavera y con ella las temidas alergias primaverales. Este desequilibrio, tan característico de esta época, se puede mejorar con una alimentación adecuada, si entendemos cuál es su origen. La alergia es una respuesta exagerada del sistema inmunitario a sustancias que considera extrañas para el cuerpo y que normalmente no molestan a la mayoría de las personas; es decir, que generalmente no son dañinas.

Esto nos indica que la persona afectada tiene un sistema de defensa excesivamente sensible y que detecta como peligrosas sustancias que no lo son.

La reacción final, más habitual de nuestro organismo, ante lo que siente como agresión, es la liberación de histaminas que producen inflamación, mucosidad, estornudos y picor en los ojos.

La mejor terapia para prevenir las alergias es mejorar las defensas de nuestro organismo. ¿Cómo hacerlo? Por un lado, evitando alimentos que debilitan nuestro sistema inmune:

Carnes y derivados que contienen una gran cantidad de hormonas y medicamentos suministrados al ganado.

Lácteos y derivados. La caseína de la leche tiene un alto poder alergénico y produce un aumento de la mucosidad.

Comida preparada llena de conservantes, colorantes y antioxidantes. Alimentos no ecológicos con grandes cantidades de pesticidas, nitratos, etc. Azúcar y endulzantes químicos.

Alimentos refinados. Exceso de grasas.

Por otro lado, incrementando los alimentos que lo fortalecen:

Semillas y frutos secos: ricos en zinc, manganeso y cobre, fundamentales para la mejora del sistema inmune. Cereales integrales: ricos también en zinc. Legumbres: ricas en zinc, hierro y vitamina B. Verduras verdes: ricas en vitamina C, y antioxidantes.

Verduras naranjas: ricas en betacarontenos. Setas: especialmente la shiitake seca que puedes añadir a sopas o usarla para preparar un té. Una vez hidratada la puedes añadir también a salteados de verduras o arroz.

Y por supuesto los fermentados de calidad, como el miso, chucrut, shoyu, tamari.

No te olvides de la salud de tus intestinos: Una de las barreras de defensa más importantes de nuestro organismo es la mucosa intestinal. Si la mucosa de nuestros intestinos está debilitada y es permeable, permitirá la entrada de sustancias extrañas, haciendo que nuestro organismo reaccione, y produciendo una inflamación de las mucosas que evitará a su vez una correcta absorción de nutrientes y un debilitamiento de nuestro sistema inmune.

El consumo habitual de probióticos naturales favorecerá una buena flora intestinal y la mejora de nuestro sistema inmune. Los alimentos fermentados son ideales para mejorar nuestra salud intestinal: Acostúmbrate a tomar una sopa de miso al día. Aliña tus platos con shoyu o tamari.

Toma todos los días una cucharada sopera de chucrut o algún fermentado de calidad en tus comidas. Si lo necesitas, toma una ciruela umeboshi diariamente durante varios días. Desde el punto de vista macrobiótico, el polen es una sustancia yin extrema y la reacción a esta sustancia se da habitualmente en personas con una condición excesivamente yin, que tienen una mala calidad de sangre y acumulación de mucosidad en el tracto respiratorio y las membranas mucosas.

Yin repele yin. Por eso, en primavera, con el aumento de polen, nuestro sistema reacciona expulsando el exceso de yin acumulado mediante los característicos estornudos que facilitan la expulsión de moco. Las legañas o la rinitis característica, no es otra cosa que una manera de expulsar el exceso acumulado en nuestro organismo, producido por el consumo de alimentos expansivos: lácteos, frutas tropicales, productos azucarados y fríos que hemos consumido, contra natura, durante el invierno.

Cuando reducimos el consumo de alimentos extremo yin, en su mayoría formadores de mucosidad, y acidificantes, nuestra respuesta al polen mejora considerablemente. Prueba a eliminar especialmente los lácteos blandos, las frutas tropicales y los productos azucarados que producen acumulaciones pegajosas debilitando nuestra sangre, linfa y por tanto nuestro sistema inmune. Atrévete a probar… ¡Funciona!

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