Sostenibilidad

México y sus retos de desarrollo; el agua, principal problema

Informe de la OCDE recomendó el fomento a transportes limpios, protección a la biodiversidad, subvención a los carburantes y acciones sobre el consumo energético

París.— “El triple desafío que México debe afrontar consiste en dinamizar su economía, mejorar el estado de su medio ambiente y garantizar un nivel de vida decente a sus ciudadanos”, indicó José Ángel Gurría, en la presentación de un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La organización emitió una treintena de recomendaciones sobre el consumo energético, la subvención a los carburantes, el fomento de los transportes colectivos limpios y la protección de la biodiversidad.

Las cuencas hidrográficas de México sufren un “estrés hídrico severo”, la calidad de ríos, lagos y acuíferos disminuye y aumentan las inundaciones, sequías y huracanes”, según las conclusiones de un informe publicado por la OCDE, que considera el tema del agua un “asunto de seguridad nacional”.

El crecimiento de la población y la mayor incidencia de los efectos del cambio climático “empeorarán la situación actual”, lo que obliga a las autoridades mexicanas a reaccionar de inmediato, indicó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en un comunicado.

El informe señaló que México ha cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio en términos de agua, pero tendrá que seguir haciendo avances para garantizar el servicio a los 40 millones de habitantes más que tendrá el país en 2030.

Gurría subrayó que México debe dar “prioridad a la reforma del sector del agua”, con una mayor coordinación entre la acción federal y las de las diferentes cuencas y con un incremento de la productividad y la rentabilidad que permita que la política hídrica y la agricultura “se refuercen mutuamente”.

De acuerdo con los datos de la OCDE, la degradación del medio ambiente y el agotamiento de los recursos naturales costaron a México 7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2010. “Un abanico apropiado de medidas puede favorecer un crecimiento verde inclusivo”, afirmó Gurría.

La ley mexicana frente al cambio climático, que prevé la reducción de 50 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 con respecto a los niveles de 2000, no ha frenado el incremento de este tipo de contaminación, en particular en el sector del transporte.

De 2005 a 2009, México gastó 1.7 por ciento de su PIB en subvenciones a la energía, en particular a los carburantes y al consumo eléctrico, señaló la OCDE, que recomendó incrementar los impuestos ecológicos y reformar las subvenciones para “luchar contra el cambio climático y reducir las desigualdades”.

“La mayor parte de las subvenciones beneficia más a los ricos que a los pobres”, resaltó la organización, que precisó que 20 por ciento de la población que tiene menos recursos recibe una décima parte de las subvenciones a la electricidad.

Los bajos impuestos sobre los vehículos y los peajes han contribuido al incremento en 40 por ciento del consumo de energía en el sector del transporte de 2000 a 2010, puntualizó la OCDE, que propuso financiar los transportes públicos poco contaminantes.

La organización también alertó contra los riesgos de desforestación ante el avance de la agricultura, lo que pone en peligro la masa forestal de un país que alberga 12 por ciento de la biodiversidad del planeta.

Además, propuso instaurar un impuesto ecológico a los carburantes y productos energéticos, proseguir el desarrollo de transportes urbanos de bajas emisiones de gases contaminantes y reformar los instrumentos de salvaguarda de la biodiversidad forestal.

Fuente: Diario de Yucatán

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