Durante la COP25 en Madrid, ONU Medio Ambiente presentó un resumen ejecutivo anticipado del informe Carbono Cero América Latina y el Caribe 2019
Teorema Ambiental/Redacción
Madrid, España, 16 de diciembre de 2019.— La región de América Latina y el Caribe puede ahorrar 621 mil millones de dólares (mmdd) anuales si elimina el uso de carbón y combustibles fósiles y alcanza la neutralidad de emisiones para 2050, según datos del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) presentados este miércoles en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25), que se celebra en la capital española.
En el informe “Carbono Cero América Latina y el Caribe 2019”, se destacan las oportunidades, costos y beneficios de la descarbonización conjunta de la energía y el transporte. Ambos sectores representan dos tercios de las emisiones regionales de dióxido de carbono de origen fósil y alrededor de 25 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, se espera que estas emisiones se dupliquen para mediados de siglo si persisten las políticas actuales.
Con ese escenario, las emisiones del sector energético tendrían que aumentar 140 por ciento (hasta mil 200 millones de toneladas), considerando que la demanda regional de electricidad casi se triplicará para 2050. “Satisfacer al nuevo mercado bajo una matriz de generación basada en combustibles fósiles colocaría la región lejos de la vía para cumplir el objetivo de 2 °C del Acuerdo de París”, advierte el informe.
“La conversión a un sistema de energía totalmente renovable sería el camino menos costoso para electrificar la región y lograr los compromisos climáticos del Acuerdo de París”, agrega el estudio. Mientras que una matriz renovable requerirá inversiones acumuladas de 800 mmdd para 2050, menos de los mil 83 mmdd que serían necesarios para satisfacer la demanda de energía en el escenario de generación actual.
El informe muestra que mediante la descarbonización de la matriz energética y la electrificación total del sistema de transporte (incluidos los sistemas marítimos y terrestres), en 2050 la región podría evitar mil 100 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) y además ahorrar esta impresionante cantidad de dinero al año.
Estos ahorros incluyen 300 mmdd en gastos evitados en el transporte terrestre de pasajeros y reducciones de 222 mmdd en costos de electricidad. Gracias a la disminución de la contaminación del aire en las ciudades, podrían evitarse 30 mmdd en gastos de salud.
Los ahorros totales anticipados por los autores toman en cuenta el costo de retirar gradualmente las plantas eléctricas basadas en combustibles fósiles antes del final de su vida útil. El valor de los activos varados se estimó en 80 mmdd para mediados de siglo.
La transición a la descarbonización total en estos sectores específicos creará beneficios adicionales, como 7.7 millones de nuevos empleos permanentes y 28 millones de años de trabajo en asignaciones temporales relacionadas con tecnologías verdes, construcción de infraestructura o electrificación del transporte.
“Los sectores de energía y transporte presentan grandes oportunidades para una acción rápida y de gran alcance, que sea tanto ambientalmente racional como financieramente atractiva. Una transición acoplada no solo apunta a alcanzar cero emisiones para 2050, sino a contribuir al crecimiento económico y al mejoramiento de la salud pública”, dijo el director regional del PNUMA para América Latina y el Caribe, Leo Heileman.
“Esta transición representa una oportunidad importante para elevar el nivel de ambición de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y de las estrategias a largo plazo y cumplir así con los compromisos climáticos internacionales establecidos en el Acuerdo de París y apoyar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, señaló Carlos Manuel Rodríguez, ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica.
Desde 2012, las energías renovables no convencionales han duplicado su participación en la matriz regional, y junto con la energía hidroeléctrica representaron casi 54 por ciento en 2018, según el informe.
Además, los esfuerzos de varios países para crear un entorno propicio para la transición energética han asegurado más de 35 mmdd en inversión en energías renovables no convencionales durante los últimos cinco años (44 por ciento de los flujos de inversión extranjera directa mundial).
Aunque se registra un progreso, los autores piden una agenda política más audaz para acelerar los cambios necesarios con el fin de lograr la descarbonización a mediados de siglo.
El informe se basa en el primer informe Carbono Cero (2016), que hizo un llamado a la región a enfocarse en la descarbonización completa de cuatro áreas responsables de 90 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero: generación de energía, transporte, uso del suelo e industria.
