Iniciativa Privada

Reduce consumo energético almacenamiento de hielo

Se economiza energía con equipos más eficientes
El almacenamiento de hielo reduce el consumo energético y da puntos en la certificación de edificios sustentables. De acuerdo con Trane, empresa especializada en sistemas de aire acondicionado, el consumo de estos equipos oscila entre 30 y 50 por ciento del gasto total de energía en un edificio, por lo que dar soluciones que se traduzcan en ahorro es fundamental para nuevas construcciones.

Jaime Jiménez, director general de Trane, explica que todo inmueble, desde desarrollos comerciales y cines hasta edificios de oficinas, hoteles y escuelas, pueden aprovechar los beneficios de almacenar hielo.

Según la compañía, existen dos formas de economizar el gasto de energía: con la utilización de equipos más eficientes y de menor consumo, y con almacenamiento de hielo a partir de la generación de agua fría.

El primer caso, que implica un reducido monto de inversión en infraestructura, es factible en uso residencial, pero cuando se necesita un ahorro financiero, se necesita recurrir a estrategias de un manejo más eficiente de la energía.

En este sentido, Trane opera el almacenamiento de hielo que permite poner a funcionar equipos de refrigeración en horarios de alta demanda.

Esto es, según explica Jiménez, abastecer un sistema de aire acondicionado en horarios en que la energía eléctrica es más barata, para generar suficiente cantidad de hielo, de tal suerte que el agua fría que se requiere para enfriar un inmueble en horas de trabajo u horas pico de tarifa eléctrica se logre con el derretimiento del hielo y exista mejor empleo de tarifas bajas de electricidad.

Aquí, agrega, la estrategia depende del edificio, zona tarifaria y del sistema que se aplique.

Por ejemplo, puede tratarse de un sistema híbrido: derretimiento del hielo y operación mecánica o ciento por ciento automático.

Detalla que un sistema de esta naturaleza es factible en una iglesia, pues opera pocas horas a la semana en horarios restringidos, ya que se dispone de tiempo suficiente para producir hielo.

En cambio, en un hotel que se ocupa todo el tiempo, la estrategia cambia y es necesario utilizar la mecánica.

Jiménez explica que el ahorro en el consumo se entiende desde dos perspectivas: a partir del tiempo de recuperación de la inversión —el principal parámetro para mucho dice el directivo—, o desde la reducción del costo energético.

Desde el primer ángulo, Trane ha logrado un retorno de inversión para sus clientes de tres años y un ahorro superior a 30 por ciento en el gasto corriente de energía.

Jiménez agrega que existe un beneficio extra en la operación de estos sistemas. Apunta que “al haber un ahorro energético importante se requiere una menor generación de energía eléctrica y, por tanto, se tiene una menor quema de combustibles fósiles o de cualquier otro tipo de recurso natural”.

Además, al controlar la emisión de gases a la atmósfera se contribuye a conservar el ambiente, esto con el uso adecuado de refrigerantes.

Hoy en día, asegura Jiménez, existe mayor conciencia de parte de desarrolladores inmobiliarios para aplicar sistemas de refrigeración amigables, por lo que la edificación de inmuebles sustentables resulta un interesante nicho para Trane.

La compañía aporta puntos en este tipo de edificios para lograr certificaciones de sustentabilidad. Entre sus clientes están Sears y Wal-Mart, que han apostado por el ahorro de energía en sus instalaciones, además del Tecnológico de Monterrey.

Por último, asegura que al cuidar la orientación del edificio respecto del sol o el aire, o el material envolvente de la construcción se apoya a la eficiencia de los sistemas.

Fuente: El Universal

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO