La institución Pro Zona Mazahua junto con la Fundación Walmart apoyan a las familias para generar sus propios alimentos de manera permanente
Estado de México.— La pobreza no da tregua alguna, y en zonas históricamente rezagadas del Estado de México, esto no es la excepción. Lo anterior resulta evidente en la zona mazahua, lugar donde algunos proyectos de la iniciativa privada pretenden mejorar las condiciones de vida de miles de personas cuyos altos niveles de marginación ocasionan que muchas veces el acceso a alimentos y agua potable sea una labor dura de conseguir.
Por eso desde 2005, la Fundación Walmart apoya a la institución Patronato Pro Zona Mazahua mediante la canalización de más de siete millones de pesos para apoyar la alimentación y la mejora de la calidad de vida de la zona mazahua, con lo cual han podido construirse 39 traspatios sustentables que en la mayoría de los casos incluyen una granja familiar, un huerto o invernadero y un sistema de captación de agua de lluvia que ayudan a crear una cultura de la autosuficiencia alimentaria. A través de este programa, las familias mazahuas cuentan con la infraestructura para generar sus propios alimentos de manera permanente, reduciendo así la desnutrición de los niños.
Adicional a la infraestructura, también se ofrece capacitación a las madres para su correcta gestión, así como educación sobre hábitos alimenticios. También han adquirido una nueva forma de vida a través de la venta de la sobreproducción dentro de sus comunidades, reduciendo así cerca de 75 por ciento de sus ingresos que anteriormente destinaban para la compra de alimentos.
Algo similar ocurre con el limitado acceso que existe en toda la región en cuanto al acceso al agua potable, ya que a pesar de ser una de las zonas de recarga del Sistema Cutzamala que abastece cerca de 30 por ciento del agua de la ciudad de México, las malas condiciones en el suministro han ocasionado que durante varias generaciones las personas tengan que consumir agua contaminada que causa diarreas y otras enfermedades que a su vez limitan sus posibilidades de obtener una fuente de ingresos suficiente para satisfacer las necesidades básicas.
Con el fin de ayudar a reducir esta problemática, el programa incluyó la construcción de una planta de tratamiento de agua con capacidad para recolectar cinco millones de litros de agua de lluvia que adicionalmente cuenta con tecnología para ayudar a purificarla, proporcionando acceso a agua potable de excelente calidad para beneficiar a cerca de seis mil personas anualmente.
Asimismo, el programa administrado por la fundación Pro Mazahua incluye la comercialización de artesanías para ayudar a las comunidades rurales a vender sus productos en la cadena Walmart, con el propósito de ofrecer una oportunidad de empleo para mujeres indígenas, quienes han recibido capacitación especializada para ayudarles a mejorar sus procesos operativos y aumentar la productividad. Con ello ahora las mazahuas sólo disponen de siete diseños básicos en sus bordados, lo cual les permite aprovechar mejor los beneficios de producción en serie, utilizando colores que los clientes aprecian mejor.
Según una evaluación realizada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), se detectó que el programa de comercialización ha mejorado la economía del hogar de las mujeres participantes al incrementar sus ingresos en 65 por ciento. Las mujeres también comentaron que este ingreso les ha permitido depender menos del incierto ingreso de sus maridos, quienes migran durante la semana para trabajar en la ciudad. De esta forma, pueden obtener un ingreso que les permita desarrollarse con mayor autonomía.
Fuente: Redacción Teorema Ambiental
