Iniciativa Privada

El petróleo del mañana, las aguas residuales

Los sistemas bioelectroquímicos ya existen en la naturaleza

petroleo-aguasQuerétaro, Juriquilla.— Con la capacidad de las aguas residuales de producir desde electricidad hasta plástico, las plantas de tratamiento son conceptualizadas como las biorrefinerías del futuro, de acuerdo con la opinión del coordinador de la Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Germán Buitrón Méndez.

Anteriormente, en el ámbito administrativo, las aguas residuales eran un problema social al ser vistas como desperdicio, sin embargo, actualmente son materia prima de actividades sustentables. Al respecto, el investigador dijo que el sistema funciona de una forma similar a la de una batería convencional, pero en lugar de tener dos canales para transmitir energía mutua, utilizará geobacter para romper la materia orgánica y oxidarla hasta generar electricidad.

Germán Buitrón, quien lleva siete años trabajando en este proyecto, mencionó que “aunque el sistema genera electricidad, la cantidad es poca, por lo que se requiere que este sistema se integre a otro en el que se empleen celdas electroquímicas bacterianas que generen hidrógeno al agregarle cierto voltaje”.

Los sistemas bioelectroquímicos ya existen en la naturaleza, indicó el científico, quien agregó: “lo que se hace en el laboratorio es reproducirlos con mayor eficiencia; y aunque aún no existe una planta que lo implemente, la idea es que así funcionen en un futuro las de aguas residuales”.

Buitrón Méndez añadió que estas plantas seguirán teniendo como prioridad limpiar de contaminantes el agua, pero aprovecharán más los residuos de ácidos grasos al ser esenciales en la producción de bioelectricidad. Por ende, en lugar de realizar gastos para la limpieza del agua, se aprovecharán los elementos existentes por la descomposición de la contaminación.

Con la investigación se comprobó que las aguas que mejor se descomponen son las residuales de los municipios, pues el detergente que se utiliza en estas regiones no impide que las bacterias desintegren la materia orgánica, lo mismo sucede con las aguas de las industrias tequilera, de dulces y chocolates. Sin embargo, con las que tienen químicos no se obtiene el mismo resultado.

De acuerdo con las Estadísticas del agua en México edición 2014, publicado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2013, las dos mil 287 plantas en operación en el país trataron 105.9 metros cúbicos por segundo, es decir, el 50.2 por ciento de los 211.1 metros cúbicos por segundo recolectados en los sistemas de alcantarillado.

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