Sostenibilidad

Ciudades de mundo acuerdan implementar políticas de alimentación sostenible

Mantener una dieta sostenible y evitar el desperdicio de comida podría reducir las emisiones de gas invernadero provocadas por los alimentos que ingerimos en más de un 60 %.

 Teorema Ambiental/Redacción

Copenhague, Dinamarca, 10 de octubre de 2019.- Este jueves, 14 ciudades firmaron un compromiso con la C40 Good Food Cities Declaration (Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades) con el fin de mejorar y preservar tanto la salud de los ciudadanos como la salud del planeta.

Los alcaldes de dichas ciudades trabajarán con sus ciudadanos para extender por toda la sociedad la “Dieta de Salud Planetaria” antes de 2030; una dieta que incluye alimentos equilibrados y nutritivos, y que tiene en cuenta la cultura, geografía y demografía de la ciudadanía.

Usarán su capacidad de decisión sobre las adquisiciones para cambiar el tipo de comida que compran las ciudades e introducir políticas que hagan que los alimentos saludables, deliciosos y bajos en emisiones de carbono sean asequibles y accesibles para todo el mundo. Reducirán además la pérdida y el desperdicio de comida.

Las ciudades que integran la Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades son

Barcelona, ​​Copenhague, Guadalajara, Lima, Londres, Los Ángeles, Milán, Oslo, París, Ciudad Quezón, Seúl, Estocolmo, Tokio y Toronto. Este compromiso se llevó a cabo durante la Cumbre Mundial de Alcaldes C40 en Copenhague.

Esta organización asegura que una de las principales fuentes de emisiones debidas al consumo en las ciudades. Mantener una dieta sostenible y evitar el desperdicio de comida podría reducir las emisiones de gas invernadero provocadas por la comida que ingerimos en más de un 60 %. Un estudio de la comisión EAT-Lancet publicado en enero de 2019 descubrió que, si se adopta a nivel internacional, la “dieta de salud planetaria” reduciría las emisiones de forma dramática, proporcionaría una dieta equilibrada y nutritiva a 10 mil millones de personas y salvaría 11 millones de vidas al año.

Con la Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades, las urbes se comprometen a:

  • Tomar las decisiones de adquisición de alimentos teniendo en cuenta la “dieta de salud planetaria” y, a ser posible, la agricultura orgánica;
  • Fomentar un aumento generalizado del consumo de alimentos saludables de base vegetal en nuestras ciudades y evitar así dietas insostenibles y nocivas para la salud;
  • Reducir la pérdida y el desperdicio de comida en un 50 % respecto a las cifras de 2015; y
  • Colaborar con ciudadanía, empresas, instituciones públicas y otras organizaciones para desarrollar una estrategia conjunta con el fin de implementar estas medidas y lograr los objetivos mencionados de forma inclusiva y equitativa, además de incorporar esta estrategia al Plan de Acción Climática de la ciudad.

Estas 14 ciudades signatarias sirven 500 millones de comidas al día en colegios, hospitales y edificios públicos. Por tanto, la Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades beneficiará de forma directa a millones de personas y demostrará al mercado que hay una gran demanda de alimentos saludables, deliciosos y sostenibles. Así, las ciudades lideran los esfuerzos para cambiar el modo en que se producen y consumen los alimentos.

El sistema de alimentación global es una importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y es responsable de aproximadamente un cuarto de las emisiones que han provocado la emergencia climática global. Si no llevamos a cabo cambios en la producción, transporte, consumo y gestión de residuos de los alimentos, las emisiones del sector alimentario aumentarán en casi un 40 % para 2050.

A medida que crecen las emisiones por la producción, consumo y gestión de residuos de los alimentos, la crisis climática sigue aumentando y amenaza nuestra capacidad para alimentar a una población mundial que sigue creciendo. En la actualidad, más de 820 millones de personas de todo el mundo sufren hambre y desnutrición.

Al mismo tiempo, las tendencias en la dieta global también contribuyen a aumentar los casos de cardiopatías, diabetes y cáncer; lo que aumenta los costes sanitarios y provoca millones de muertes prematuras al año. El consumo excesivo de carne roja —una importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero— y los alimentos ultraprocesados —que contienen grandes dosis de azúcar, grasas y sal— hacen que nuestras comunidades estén más enfermas y sean menos productivas.

Con el aumento de la población urbana en las ciudades de todo el mundo, se espera que el 80 % de todos los alimentos producidos en el mundo se consuman en las ciudades para el año 2050, y debido a que la inseguridad alimentaria y el aumento de la obesidad son problemas cada vez más urbanos, las alcaldías reconocen el imperativo de actuar en interés de sus ciudadanos.

«La emergencia climática es más urgente que nunca y nuestra respuesta debe estar a la altura del desafío que tenemos por delante», declaró el alcalde Giuseppe Sala. «Debemos encontrar la manera de lograr cambios en todos y cada uno de los sectores, y la alimentación es uno de los activos culturales y económicos más importantes de las comunidades urbanas. Enfrentarnos a las emisiones asociadas con el despilfarro de alimentos y las prácticas insostenibles en nuestros sistemas alimentarios supone una inmensa oportunidad para que las ciudades reduzcan aún más las emisiones y permitan a toda la ciudadanía tomar decisiones más sanas e informadas».

El 9 de octubre, los alcaldes de C40 anunciaron su apoyo a Global Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde Global) con el fin de “impulsar un cambio urgente, fundamental e irreversible que posibilite, por un lado, sustituir los recursos globales que utilizamos para evitar los combustibles fósiles y, por otro, medidas concretas que permitan superar la emergencia climática”. La Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades es solo un ejemplo de cómo las ciudades están llevando a la práctica esos objetivos.

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