cartón con revestimiento
Sostenibilidad

Cartón con revestimiento, opción sustentable para embalaje y estuches

La industria del material de embalaje y empaquetado ha optado por alternativas existentes, que tienen materiales compuestos

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 2 de julio de 2020.— La búsqueda de materiales que puedan sustituir al plástico ha aumentado por la crisis de contaminación por residuos mal manejados en todo el planeta. Hay innovaciones a escala mundial para encontrar alternativas sustentables que permitan reducir el enorme impacto ambiental que produce el uso de plástico.

Pero en lugar de esperar un material mágico, la industria del material de embalaje y empaquetado ha optado por alternativas existentes, que tienen materiales compuestos. Entre ellos destaca el cartón con una pequeña cantidad de plástico, lo que reduce su impacto climático en más del 80 por ciento en comparación con el embalaje tradicional de plástico.

Un tipo muy común es el de tipo bandeja de plástico que se sella para su venta al consumidor. En vez de fabricar toda la bandeja con plástico, se usa este material compuesto a base de cartón renovable recubierto, con las propiedades protectoras contra la humedad, la grasa y los olores.

La rigidez y la resistencia que exige la construcción provienen de las fibras de madera del cartón, mientras que las propiedades protectoras del plástico proporcionan el toque funcional final.

“El plástico es un material excelente para el empaquetado. Es muy maleable y proporciona el sellado que necesitamos para el empaquetado de alimentos, cuyos requisitos en materia de higiene son altos”, explica Stefan Söderberg, director de Ventas de Productos Nuevos en Iggesund Paperboard.

Aunque esta innovación tiene varias décadas de existencia, gracias a los más recientes avances en la fabricación de cartón, ha mejorado su funcionalidad y se ha reducido su impacto climático. Esto ha colocado a la combinación de plástico y cartón en una posición cada vez más favorable.

“El embalaje de plástico tiene las desventajas de que normalmente tiene una base de origen fósil y no se recicla con facilidad”, comenta Johan Granås, director de Sostenibilidad en Iggesund Paperboard. “Al compararlo, vemos que el impacto climático de nuestro cartón es aproximadamente un 90 por ciento menor que el del plástico. Al combinar el cartón con una delgada barrera de plástico, el impacto climático total del empaquetado puede reducirse radicalmente en comparación con el empaquetado de plástico.

El uso que se hace del plástico está ligado con los tres siguientes severos problemas:

  • Un extenso impacto climático debido a materia prima de origen fósil
  • Falta de biodegradabilidad, la que produce, por ejemplo, que el plástico se acumule en los océanos
  • Bajo nivel de reciclamiento: menos de un 40 por ciento

El bioplástico es una posible alternativa en algunos casos y aunque en su origen es mejor que el plástico tradicional, la reducción de su impacto climático en comparación con el plástico tradicional es insignificante y su reciclamiento es extremadamente difícil y su manejo también se complica en los procesos de producción de los fabricantes de embalaje y empaquetado, lo que empeora la productividad.

“Hemos usado material bioplástico más o menos una década en la fabricación de cartón recubierto de plástico”, afirma Stefan Söderberg. “En términos de producción, se sabe que es de difícil manejo, que tiene menos aplicaciones que el plástico tradicional y que es más caro. Los avances en bioplásticos son constantes, pues muchas empresas están buscando bioplásticos sin material de origen fósil y con propiedades que no entorpezcan nuestra producción como fabricantes de material ni la de los productores del empaquetado final.”

El año pasado, Iggesund Paperboard lideró una encuesta y encontró muchos ejemplos de uso de plástico en los que este material no cumplía ninguna función necesaria. Embalajes de plástico para bombillas, audífonos y material textil, todos ellos productos con potencial para reducir su impacto.

“Muchos embalajes incluían plástico que podría sustituirse fácilmente con material menos dañino para el medio ambiente”, añade Johan Granås. “Encontramos embalajes cuyo impacto climático se redujo un 99 por ciento al sustituir el material. Es razonable empezar invirtiendo en cosas que introduzcan mejoras sencillas en el clima mientras esperamos que el proceso de las innovaciones encuentre soluciones para los obstáculos más difíciles en embalaje y estuches.”

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