La infraestructura informática es susceptible a importantes daños por esta causa y puede paralizar las operaciones
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 19 de octubre de 2019.— La seguridad física industrial prácticamente en todo el mundo tiene un enemigo en común: el mal sellado de los cables y tuberías, que permiten el acceso a fauna nociva que se aloja dentro de estos pasos y puede provocar serios daños.
Normalmente los daños se presentan en industrias clave de la economía nacional: ferrocarriles, energía, petróleo y gas, minería, sector manufactura, comunicaciones, aeropuertos, hospitales e incluso centros de procesamiento de datos.
“En México no existe una norma que regule el sellado pasamuros cortafuego de cableado y tuberías. Ello se realiza con materiales sustitutos como espumas, cepillos e incluso trapos por lo que estas instalaciones son presa fácil de roedores, plagas de insectos e incluso reptiles y mamíferos. Otro aspecto de mucho riesgo es que la infraestructura crítica es muy vulnerable cuando se presentan incendios, inundaciones, huracanes e interferencias electromagnéticas”, explica Alfonso Guarneros, director general de Roxtec México-LATAM.
Estos aspectos son los que con mayor frecuencia desencadenan fallas como: interrupciones del suministro de energía eléctrica en una población, “o cuando hay retrasos en el sistema ferroviario o el metro, la mayor parte de las veces se presenta porque un roedor mordió el cableado. Esto sucede todo el tiempo y en todo tipo de edificaciones industriales”, agrega el especialista.
Para ello existen técnicas de sellado, diseñadas para proteger estos sistemas del acceso de fauna nociva, fuego, agua, polvo y otros elementos que pueden dañar la infraestructura crítica.
“Tenemos casos puntuales de éxito en instalaciones industriales que están infestadas por ratas e insectos que ahora operan ininterrumpidamente gracias a nuestros sistemas de sellado. Este problema en verdad tiene una solución tangible cuyos retornos de inversión son enormes, además de que otorgan seguridad industrial tanto a la vida humana como en los activos de las empresas”, concluye Guarneros.
