Biodiversidad

África: pobreza y medio ambiente

En casi todos los aspectos, las tareas de desarrollo en África han ido a la zaga más que en ninguna otra región y en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, los gobiernos han convenido en que es necesario hacer esfuerzos especiales para abordar la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible en el continente.

Pese a que hay más pobres que viven en Asia meridional, la proporción de personas que viven en la pobreza en el África subsahariana es la más alta del mundo: casi la mitad de todos los africanos viven con menos de un dólar por día.

Los problemas de África no han sido abordados con efectividad y, por el contrario, se han agravado, en los dos últimos decenios. Durante la década de 1990, cuando la mayoría de las regiones del mundo experimentaba un crecimiento económico, en los países africanos ocurría lo contrario, salvo algunas excepciones. La globalización ha pasado por alto a África, por lo que su participación en el comercio internacional es ínfima y cada vez se reduce más. Hay conflictos militares en muchos países, el sida tiene efectos devastadores, se propaga la desertificación y aumenta la deforestación. Al mismo tiempo, ha decrecido la ayuda internacional a África.

Recientemente, han surgido diversas iniciativas en África para revertir esas tendencias y trazar un nuevo curso del desarrollo. Pero la comunidad internacional debe ayudar. En el foro internacional sobre desarrollo sostenible se reconoce que la pobreza y la degradación del medio ambiente en una región del mundo se transforman pronto en problemas para el resto. Durante las negociaciones que culminaron con la Cumbre de Johannesburgo, los gobiernos africanos hicieron un llamado para que en las conclusiones de la Cumbre se abordaran directamente las preocupaciones de los africanos.

Algunas estadísticas esenciales

• Pese a que las exportaciones de los países en desarrollo alcanzaron un índice de 9.6 por ciento anual durante el decenio de 1990, las exportaciones africanas crecieron a un ritmo mucho más lento y la participación de la región en el comercio mundial se redujo de 2.7 por ciento en 1990 a 2.1 por ciento en 2000.

• Casi la mitad de la población del África subsahariana vive en la pobreza y las cifras de personas que viven en la pobreza han aumentado sustancialmente.

• Casi un tercio de la población del África subsahariana está desnutrida, y la cifra va en aumento.

• Pese a que en los años recientes la mayoría de la población de todo el mundo experimentó cierto crecimiento en el consumo, los gastos de consumo del hogar africano promedio son 20 por ciento inferiores a sus cifras de hace 25 años.

• El índice de deforestación en África es uno de los más altos del mundo, y el continente perdió 5.3 millones de hectáreas de bosques por año en el decenio de 1990.

• Más de 40 por ciento de los hogares de las ciudades africanas vive en absoluta pobreza, con menos de un dólar por día.

• La asistencia oficial para el desarrollo a la mayoría de los países de África se redujo en aproximadamente 25 por ciento en el último decenio, y para 7 países, la asistencia disminuyó en más de 50 por ciento.

• En el África subsahariana, 25 millones de personas padecen sida, y en África, más de 12 millones de habitantes han muerto de esta enfermedad, más de 2 millones en un solo año. Aproximadamente 13.2 millones de niños africanos han quedado huérfanos a causa de la epidemia.

• En el África subsahariana, más de 500 millones de personas dependen de la leña para obtener energía. La quema de madera y otra biomasa genera entre 90 y 98 por ciento de la energía de los hogares en la mayoría de los países africanos.

• En el África subsahariana, las infecciones respiratorias agudas, que en 60 por ciento de los casos son consecuencia de la contaminación del aire en el interior y en el exterior de las viviendas, provocan la muerte o la discapacidad de 30 por ciento de los niños que habrían podido ser saludables.

• Los rendimientos de los cultivos de África podrían reducirse a la mitad si sigue la degradación del suelo al ritmo actual. Casi 65 por ciento de las tierras agrícolas ya han sido afectadas.

Medidas por adoptar

En los últimos 3 años, ha surgido una nueva iniciativa impulsada por los africanos, en particular por los presidentes de Sudáfrica, Nigeria, Argelia, Senegal y Egipto. Conocida como la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD); la iniciativa procura erradicar la pobreza y ubicar a sus países en la senda del crecimiento y el desarrollo sostenibles. También tiene como fin terminar con la marginación de África en el proceso de globalización, restablecer la paz, la seguridad y la estabilidad y promover el papel de la mujer en todas las actividades. Los gobiernos africanos han expresado su esperanza de que la Cumbre de Johannesburgo, especialmente porque se celebrará en África, pueda ser un importante catalizador en la construcción del apoyo para la NEPAD, atrayendo recursos, financiación y asociaciones de tecnología y acelerando el fomento de la capacidad humana e institucional.

Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, en su informe sobre la aplicación del Programa 21, y Emil Salim, presidente del Comité Preparatorio de la Cumbre, han señalado varias esferas esenciales en que deben centrarse las decisiones sobre el desarrollo sostenible en África:

• Apoyar las iniciativas regionales, subregionales y nacionales para el desarrollo, la paz, la seguridad y la estabilidad.

• Ofrecer mayor apoyo financiero en la lucha contra el sida.

• Reestructurar la ayuda internacional y establecer niveles de ayuda adecuados y efectivos.

• Apoyar los objetivos primarios de desarrollo social, como el agua potable, la alfabetización y la atención de la salud.

• Promover las iniciativas para lograr el acceso a las fuentes de energía diversificadas, especialmente en las zonas rurales.

• Promover el acceso de las empresas africanas a la tecnología a bajo costo.

• Cerrar la brecha digital y revertir la marginación de África.

• Apoyar a las micro, pequeña y mediana empresas de África, con especial hincapié en las industrias relacionadas con la agricultura.

Los ministros africanos, en una reunión regional preparatoria de Johannesburgo celebrada en octubre de 2001, convinieron en que el logro de los objetivos de desarrollo y erradicación de la pobreza depende de la buena gestión de los asuntos públicos en los planos nacional e internacional, y de la transparencia de los sistemas financiero, monetario y comercial.

Asimismo insistieron en que era esencial contar con un sistema de comercio multilateral y financiero abierto y basado en reglas equitativas, predecible y no discriminatorio.

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