Actualmente la mayoría de los residuos de manejo especial en el país se van a los rellenos sanitarios y otros a confinamientos de residuos de manejo peligroso
Ciudad de México.— En México existen muy pocos confinamientos de residuos de manejo especial (RME) que son materiales derivados de industrias como la mecánica, petrolera y química en grandes cantidades.
“Los residuos de manejo especial no tienen características de peligrosidad que puedan dañar la salud, sin embargo, tampoco pueden considerarse como basura común y corriente como la que se genera en la casa u oficina”, comentó en entrevista Javier Campos Vaca, director general de la empresa JCB Impulsora Ambiental.
Actualmente la mayoría de los residuos de manejo especial en el país se van a los rellenos sanitarios u otros a confinamientos de residuos de manejo especial peligrosos. Esto se debe a que los empresarios no tienen más opciones para depositar sus residuos.
Para el ingeniero Campos, esto resultó oportunidad de incursionar en el negocio del confinamiento de residuos de manejo especial a través de su empresa, la cual entró en operaciones este año en Irapuato, en el estado de Guanajuato.
La empresa empezó este año a operar en la parte centro del país, abarcando los estados de Guadalajara, Querétaro, Guanajuato y una parte del Distrito Federal.
El confinamiento, explicó el ingeniero, abarca 20 hectáreas y tiene una vida de 25 años, en este momento se trabaja en la primera celda de las tres que contiene.
Resaltó que el proyecto tardó cuatros años en consolidarse; sin embargo, ahora los empresarios de la región ya tienen un lugar donde depositar sus materiales.
En cuanto al funcionamiento, dijo que la generación de gases es mínima —2 por ciento— al igual que los lixiviados que se puedan generar, pues la mayoría de los residuos permanecen en su estado sólido.
Además se cuenta con un sistema de drenaje y de captación de aguas pluviales y cada que llueve el agua que se escurre es bombeada a una laguna de evaporación.
Campos Vaca destacó que el principal problema que enfrentan los empresarios es poder depositar sus residuos en el lugar adecuado; en muchas ocasiones, incluso las mismas autoridades no saben del confinamiento de estos residuos. “A nosotros nos ha tocado también enseñarles sobre el manejo de estos materiales”, agregó.
El confinamiento se encuentra a 11 kilómetros del municipio de Irapuato y pertenece al ejido Peñitas. Al término de su vida útil, explicó Campos Vaca, se deberá cubrir para reforestar y si es costeable instalar paneles solares.
La empresa JCB Impulsora Ambiental también participará en la próxima edición de The Green Expo 201,1 en el pabellón de Waste and Recycling, para que todas las compañías interesadas puedan acercase y conocerlos.
Fuente: Teorema Ambiental
