Ajenos a los problemas geopolíticos de la zona y atraídos por los primeros síntomas de recuperación de la bahía de La Habana, un grupo de 30 pelícanos de Florida, Estados Unidos, han elegido la capital cubana como destino para sus vacaciones invernales.
Los pelícanos, muchos aún en plena adolescencia, se han convertido desde diciembre pasado en insólitos visitantes de un malecón que no recordaba su presencia y que ya es el escenario por el que discurren sus andanzas, entre las que se encuentran confraternizar con sus congéneres autóctonos del sexo opuesto.
Como si de turistas se tratase, vuelan sin prestar atención a los viandantes, se dejan ver entre los carteles de la revolución y compiten con los pescadores que se dan cita en la playa de El Chivo, a las afueras de la ciudad, antes de posarse en la desembocadura del río Almendares para aguardar el atardecer habanero.
Ariam Jiménez, profesor de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, explica que vienen de la Florida y que muchos son juveniles, de apenas de un año.
Jiménez indicó que los pelícanos forasteros suman alrededor de 30 y que algunos tienen anillas de control, lo que les llevó a contactar con colegas de otras islas del Caribe y del sur de Estados Unidos para establecer su procedencia.
Sin embargo, descartaron la posibilidad de que provinieran de Puerto Rico o de Islas Vírgenes, aunque muchos de ellos vienen por primera vez a las costas cubanas.
Más allá de los atractivos turísticos de la capital caribeña, los expertos consideran que la presencia no sólo de pelícanos, sino de un gran número de aves marítimas, entre ellas distintas variedades de gaviotas y fragatas, son síntomas de la recuperación de la bahía de La Habana, considerada una de las más contaminadas del Caribe.
«La bahía muestra algún tipo de recuperación que se manifiesta en la presencia de un gran número de aves, hace cinco años no se veían prácticamente aves revoloteando sobre el malecón, ahora se están viendo gaviotas, galleguitos (larus atricilla) y fragatas», dijo Jiménez.
En igual sentido, se manifestó el curador de la colección de aves del Instituto de Ecología y Sistemática cubano, Alejandro Yanes, para quien hay una «recuperación de la bahía» e «indicadores de que hay salud en el agua».
El gobierno cubano designó en 1998 un grupo de trabajo para tratar de recuperar uno de los entornos naturales considerado entre los más contaminados del planeta y que obligó a 124 industrias «agresivas» para el medioambiente a establecer planes para disminuir sus vertidos.
Además, se reubicaron 53 de ellas altamente contaminantes y se pusieron en marcha centenares de medidas de corto, mediano y largo plazos para recuperar los niveles de oxígeno en el agua.
Más allá del ambiental, otros factores han podido influir en los pelícanos a la hora de elegir su balneario de descanso.
Fuente: EFE
