Legislación Ambiental

Seguros y la reactivación del campo mexicano

En materia agropecuaria, las compañías de seguros tienen que hacerle frente a la siguiente realidad: en México existen cerca de ocho millones de hectáreas productivas de 24 millones que son cultivables. De esos ocho millones de hectáreas, sólo cuatro millones 300 operan con créditos y las compañías de seguros agropecuarios en su conjunto aseguran a sólo dos millones de hectáreas. Esto quiere decir que ni siquiera lo que se presta va acompañado de un seguro.

Tal situación es el resultado de la falta de cultura que existe en el país y este panorama no es exclusivo del productor agropecuario. El «yo me la juego solo» se da también entre los habitantes de la ciudad y únicamente para la compra del seguro de automóviles, las personas tocan la puerta de una compañía aseguradora. La cultura de la prevención está ausente en México, donde la participación del seguro dentro del Producto Interno Bruto (PIB) no llega ni al 2 por ciento, mientras que en los países industrializados es superior al 8 por ciento.

Según Alejandro J. Lozano Duarte, subdirector agropecuario de Seguros Comercial América, sería muy saludable que aparecieran nuevas y más compañías aseguradoras, ya que la competencia fuerza a dar un mejor servicio, además de que hay mucho mercado por atender. «Existe un potencial mercado que tiene que ser aprovechado y el seguro agrícola, en comparación con otros seguros, da expectativas de crecimiento mayores.»

Sin embargo, estimó que primero se tiene que derrumbar el temor del empresario mexicano hacia la inversión en el campo y agregó que cualquier negocio bien administrado tiene que dar resultados. Una de las prioridades de Comercial América consiste en realizar mayores inversiones en infraestructura tecnológica profesional y en la capacitación de técnicos y agentes.

Afirmó que ahora las compañías de seguros están en una situación muy favorable desde que la aseguradora del gobierno (Agroasemex) cambió de giro y se convirtió en una reaseguradora. El problema histórico consistió en que el seguro había adquirido un tinte social y político, donde las compañías privadas no se podían desarrollar de manera sana porque las tarifas estaban controladas por las autoridades federales y no era posible operar con márgenes técnicos.

Como margen técnico se entiende a la tarifa que debe de tener un nivel suficiente para permitir enfrentar siniestros y los costos de administración de una póliza. Este margen no existía desde que Comercial América inició el programa de seguros agropecuarios en 1990, por los subsidios que otorgaba el gobierno por conducto de Agroasemex, que eran de casi un 30 por ciento.

Bienvenida la competencia

Lozano insistió en la necesidad de que se formen nuevas compañías de seguros y agregó que no hay que tenerle miedo a la competencia, ya que ésta nos impulsa a ser más creativos y productivos. Los resultados, según el directivo, están a la vista: Comercial América creció a finales del año pasado 50 por ciento, medido el porcentaje en cuanto al volumen de operaciones.

En materia de seguro agropecuario, Comercial América sólo compite con Protección Agropecuaria (ProAgro) y con General de Seguros, no obstante que en México existen unas 60 empresas de seguros.

Afirmó que para dedicarse al seguro agropecuario se necesita vocación, pero por desgracia en el país aún no se tiene. El empresario mexicano rechaza todo lo que huele a campo porque lo considera riesgoso o como una caja de Pandora.

Sin embargo, Comercial América está comprometida con el sector agropecuario al diseñar un seguro denominado Multirriesgos o póliza de riesgos nombrados que comprende: heladas, inundaciones, huracanes, daños por vientos tempestuosos y granizo. La empresa ofrece también coberturas de efecto lento, que considera los daños graduales que se reflejan en el rendimiento. Se cubre sequía, escasez de humedad, así como altas y bajas temperaturas.

Con el propósito de evaluar daños de efecto rápido, Comercial América adquirió una técnica de medición estadounidense que comenzó a ponerse en práctica en la cosecha de maíz. La técnica consiste en la elaboración de tablas para medir la reducción de población y defoliación. El sistema ayuda a calcular pérdidas en una etapa anterior a la cosecha y cualquier siniestro se paga antes de cosechar.

La compañía ha logrado tener mayor presencia en los estados del norte y en el centro del país, de manera que su participación en México durante el año 2000 fue de 27 por ciento, en comparación con un 30 por ciento que tenía Agroasemex, 20 por ciento de ProAgro y 10 por ciento de General de Seguros.

La cobertura de riesgos antes de la naciencia es otra modalidad que ofrece Comercial América, en la que se contempla la posibilidad de que no se pueda sembrar porque llovió demasiado o porque debido a falta de humedad se pasó la fecha de siembra.

El éxito de una compañía como Comercial América descansa sobre los «hombros» de los agentes de seguros, ellos son los canales de ventas y son quienes deben estar en las zonas agrícolas. La empresa cuenta con aproximadamente 400 agentes, pero, según reconoció Lozano, sólo unos 40 agentes están dedicados y profesionalizados en el seguro agrícola. La mayoría, agregó, vende todo tipo de seguros, incluido por supuesto el agropecuario.

El seguro, ¿clave para reactivar el campo?

Consciente de que el seguro es fundamental para reactivar el campo, la empresa pone énfasis en la necesidad de capacitar a su personal. Sin embargo, como cualquier otra actividad, los actores deben comprometerse y tener un gusto por lo que se está haciendo. La participación del banco como fuente de financiamiento también es importante, en un escenario donde la misión debe ser la satisfacción de las necesidades de protección del productor agrícola mexicano contra las variables del clima que están fuera de su control.

El seguro ganadero también es una parte importante para Comercial América, con productos diseñados para que el productor agropecuario proteja su ganado contra la muerte por causas de enfermedades para las cuales no existen programas de vacunación o bien accidentes. Los seguros que se manejan son de dos tipos: seguro por transporte o por enfermedad.

El seguro, que cubre bovinos, ovicaprinos, porcinos y acuicultura (camarón), se distingue por un servicio excelente, por sistema de indemnización justo, claro y oportuno, garantizando además una razonable utilidad para los accionistas de la empresa.

Por otra parte, la capacidad de pago de Comercial América ha sido calificada por la correduría Standard & Poor’s, que le asignó el nivel «mxAA», por su capacidad de pago de siniestros. Esto quiere decir que Comercial América cuenta con una muy fuerte capacidad financiera para cumplir con las obligaciones de sus asegurados.

Comercial América cuenta con la mayor red de oficinas distribuidas en las principales ciudades del país, comunicadas a través de redes telefónicas y vía computadora con la más alta tecnología. Se tiene el mayor equipo profesional de inspectores y ajustadores bien capacitados y ubicados estratégicamente en las principales regiones agrícolas del país.

El equipo de agentes profesionales de seguros especializado en este ramo ha sido capacitado en el Centro de Capacitación de la empresa, el cual es reconocido y validado por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. De esta manera, la calidad de los productos de Comercial América permite al productor tener la opción de contratar el riesgo o los riesgos a los que verdaderamente está expuesto. Por consiguiente, no está obligado a contratar un paquete específico de riesgos. Los seguros protegen cultivos tales como granos básicos, textiles, oleaginosas, hortalizas y frutales.

En el seguro ganadero, protege a las especies en las siguientes funciones: engorda (intensivas y extensivas), pie de cría, producción lechera, doble uso o función, donadores de embriones y sementales para extracción de semen. Ofrece cobertura de muerte provocada por enfermedades, accidentes, sacrificio forzoso, parto distósico y cesárea.

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