El mayor desafío del presente siglo consiste en reducir la pobreza extrema a la mitad antes de 2015. Para ello, es fundamental adoptar estrategias innovadoras e interconectadas para mejorar la producción de alimento, la protección ambiental y el comercio.
Los obstáculos sólo se podrán superar mediante la construcción mutua de apoyo y acoplamiento entre la agricultura, el manejo de los recursos naturales y las políticas comerciales. Lo anterior transcendió durante el ciclo de conferencias sobre pobreza, agricultura y biodiversidad realizado los días 2 y 3 de junio en la ciudad de México y que fue organizado por Yuridia Calderón, de la agencia de relaciones públicas CB Comunicación.
Los desafíos no son de poca monta. El 70 por ciento de los ciudadanos más pobres del mundo son campesinos que viven con menos de dos dólares al día, más de 800 millones de personas pasan hambre diariamente y la demanda de alimentos se duplicará en los siguientes 30 o 40 años.
Las 25 regiones del mundo más ricas en biodiversidad son las que tienen la mayor probabilidad de perderla y estas zonas ocupan menos del 2 por ciento de la tierra, pero son hogar de más de un millón de personas que dependen del cultivo para su sustento y medio de sobrevivencia.
Una adecuada estrategia de desarrollo rural, sobre todo en los países en desarrollo, puede proporcionar el marco de una política y herramientas prácticas para manejar los múltiples elementos que se involucran de manera dinámica. Es decir, la producción de alimentos va ligada a la conservación de la biodiversidad, a la infraestructura física e intelectual y al desarrollo de servicios sociales, esenciales para la vialidad de las economías rurales. Un elemento que falta, pero que debe estar presente, es el comercio, que ya no debe determinarse solamente en los niveles nacionales y globales.
Soluciones concretas
La primera área de atención, para lograr un desarrollo social, tiene que ver con la necesidad de integrar y armonizar las políticas estratégicas globales, nacionales, regionales y locales. Esto debe realizarse tanto horizontal como verticalmente, en la producción de alimentos, en el comercio y en el manejo de los recursos naturales y ambientales.
Como segundo aspecto está la necesidad de realizar la coordinación de donantes y ayuda estratégica de las tácticas integradas para maximizar su impacto enfocado a metas comunes. El acercamiento integrado producirá necesariamente mayores y más rápidos resultados en las economías nacionales.
En términos generales, se necesita reposicionar a la agricultura como el centro de los esfuerzos de desarrollo internacional y de las estrategias de desarrollo rural, con el propósito de aliviar el hambre y la pobreza, así como ser la llave de la sostenibilidad de los cada vez más frágiles ecosistemas de la tierra.
La investigación desempeña un papel central, porque sirve como criterio para una comunidad exitosa y como ejemplo de iniciativas que combinaron la producción de alimentos y la protección a la biodiversidad.
Durante la Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo se llegó a la conclusión de que es necesario mover recursos por más de 30 mil millones de dólares, pero hay que considerar incrementos sustanciales para inversión en recursos naturales y agricultura, así como en ciencia y tecnología para el mundo en desarrollo
