Derivadas de la apertura comercial en México se dieron en el campo mexicano varias modificaciones en la política agrícola, entre los cuales destaca la abrupta desaparición de Conasupo, lo que conlleva cambios estructurales importantes para varios cultivos. La problemática de la comercialización del frijol en México está muy ligada a la falta de ese órgano regulador, puesto que el vacío dejado provocó una gran desorganización entre la oferta y la demanda, así como daños a los agricultores.
Hasta 1997 este organismo compraba aproximadamente el 40 por ciento de la cosecha nacional y hoy no hay empresa privada que pueda adquirir un volumen de comercialización similar.
Con la desaparición de la Conasupo la comercialización de frijol se ha complicado, la contracción del mercado nacional y la falta de canales de distribución adecuados han disminuido el ingreso de los productores de frijol debido, entre otras cosas, a una disminución en su precio y las formas de mercadeo.
El gobierno federal, con la mediación de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), ha alentado la producción de frijol con diferentes programas, sin embargo no han sido suficientes para mejorar las condiciones de competitividad y comercialización de los productores.
Aunque en el año 2000 se diseñó un programa especial para frijol en el cual se consideraba la necesidad de crear empresas integradoras agrupadas por organizaciones de productores con el fin de apoyar la integración de la cadena agroalimentaria y la comercialización de frijol, esto no ha funcionado.
Un ejemplo claro es el caso de la Integradora Estatal de Zacatecas, el principal estado productor de frijol, la cual se presume que se encuentra en quiebra debido principalmente a problemas políticos y administrativos.
El año 2003 la Integradora Estatal se endeudó con el Banco del Bajío al comprar a los productores 20 mil toneladas de frijol, pero sólo logró vender cuatro mil toneladas y 16 mil quedaron en bodega. No recuperó el dinero del crédito obtenido, de tal manera que su adeudo supera 100 millones de pesos, por lo que se ha conformado una nueva Integradora Estatal, la cual tampoco ha podido lograr la organización de la producción rural e incidir en los precios del mercado.
Otro programa
Por una demanda continua de las organizaciones de productores de frijol, en octubre de 2003, y por la falta de apoyos a la comercialización, el gobierno federal puso en operación un nuevo esquema de comercialización de frijol en Zacatecas y Durango.
Con este proyecto, los productores obtendrían entre 4.50 y 5.75 pesos por kilo de frijol, según el cumplimiento de las normas de calidad de la bodega de acopio o de la bodega de concentración. El propósito era crear un esquema para ordenar el mercado de este cultivo, sostener el precio y lograr un pago justo por la producción.
Las organizaciones de productores tendrían en el almacén general de depósito la prestación de servicios para la operación general del programa y emisión de los certificados de depósito, así como para operar el proceso de conservación y calidad en la bodega concentradora, en este caso y dentro de la mecánica de operación, se designó a la empresa privada Almacenadora Mercader (Almer) como la bodega de acopio, la cual recibiría el producto y lo pagaría a un precio de 4,500 o cinco mil pesos la tonelada si el frijol provenía directamente del campo, sin un proceso de limpieza previa, bajo el establecimiento de una norma de campo.
La bodega concentradora debía contar con equipo adecuado para el cribado del producto y su aquintalado de sacos. Si el productor entregaba en esta bodega el frijol ya cribado y de esta forma cumpliera con la norma de calidad establecida recibirá el precio de 5,750 pesos por tonelada.
El pago se haría a más tardar ocho días después de la entrega del producto. En este programa de apoyo participarían 30 mil productores de Durango y Zacatecas, con el objetivo de acopiar 100 mil toneladas de las 480 mil producidas.
Sin embargo, después de iniciado el programa oficial de acopio, los productores de Zacatecas protestaron, ya que con ello se habilitaba a Almer como empresa privada y operadora y se desplazaba a la organización de productores que conforman las integradoras.
Las organizaciones campesinas y productores han calificado hasta el momento como insatisfactorio el esquema de comercialización 2003 del frijol, debido principalmente al rezago de Almer.
Por otro lado, Almer está comprando la producción bajo estrictas normas de calidad, esto ha dado lugar a que gran parte de la producción no sea adquirida por la almacenadora, de este modo, la producción rechazada es comprada por los intermediarios o “coyotes” de la región a precios que van desde 1.80 hasta dos pesos.
Las organizaciones campesinas reclamaron a las autoridades del sector agropecuario y a Almer el burocratismo existente en la recepción del frijol.
Normas estrictas
Según las normas de calidad, la recepción de frijol debe ser con un nivel de manchado de 3 a 10 por ciento, por eso los productores han demandado y esperan respuesta a la recepción del grano con un nivel de manchado superior al 10 por ciento. Se menciona que hasta enero, 58 por ciento de la leguminosa había ingresado a un precio de 4,500 pesos por tonelada y 42 por ciento por ciento del frijol acopiado hasta el último corte de recepción ingresó a un precio de cinco mil y 5,750 pesos por tonelada.
Otro problema denunciado por los productores de la región es que Almer está adquiriendo producto de los intermediarios; los “coyotes” compran a los productores a menos de tres pesos el kilo y lo venden a la almacenadora, pero las autoridades no han hecho para remediar esta situación.
A finales de enero, el gobierno de Zacatecas publicó que el frijol que presentara un nivel de manchado superior al 10 por ciento sería comprado a los productores a un precio de tres mil pesos la tonelada. Mediante un proyecto especial de comercialización concertado con una empresa industrializadora de Guadalajara, se pretendía abrir dos bodegas con el fin de captar hasta cinco mil toneladas de esta leguminosa con un defecto de decoloración superior a los niveles establecidos en los casos ya establecidos.
Originalmente se autorizó un cajón especial para recibir el frijol con una decoloración superior al 10 por ciento, a razón de tres mil pesos por tonelada, incluso, se dispuso un capital inicial del orden de los cinco millones de pesos, pero este esquema no ha funcionado.
El programa normal de comercializaciónacopio, se cerraría el 29 de febrero, con una expectativa de recibir sólo 75 mil toneladas de toneladas, aunque la perspectiva eran 100 mil toneladas.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Alimentación (Sagarpa), hasta el 24 de febrero se habían recibido 72 mil toneladas, y faltaban al menos 28 mil toneladas para completar el programa diseñado.
El programa ha podido solucionar la problemática de comercialización de frijol, principalmente por la existencia de intereses políticos y el mal diseño de ese programa, además sólo 17 por ciento del total de la producción programada fue acopiado. Por otro lado, Almer recibía por el beneficio de un kilo de frijol 70 centavos, rechazaba gran parte de la producción y el productor buscaba otros compradores recibiendo precios que no permiten recuperar los costos de producción.
Los productores consideran que es necesario un organismo estatal que regule el mercado, de otro modo, los problemas de comercialización de este producto no se solucionarán., pues aunque se estima que los apoyos a la comercialización y las integradoras pudieran cumplir con este papel, no lo han conseguido y, por tanto, tampoco el objetivo de la integración de una red de almacenes rurales para crear economías de escala y mejorar las condiciones de mercado actuales.
Apoyos para el frijol
Aunque en el Presupuesto de Egresos de 2004, se tiene programado destinar 500 millones de pesos en apoyos directos al ingreso objetivo de frijol, es difícil que éstos lleguen a los más de 650 mil productores de frijol.
Para cuantificar el ingreso objetivo en frijol, no debemos dejar de considerar la inconsistencia de sus precios y las diferentes variedades cosechadas en cada región, para un buen funcionamiento se requieren estrategias regionales debido a las diferentes variedades y características de producción existentes en México.
Además, para estabilizar los ingresos objetivos, se necesita un análisis de la rentabilidad del frijol, sus costos de producción y sus rendimientos y las condiciones de mercado prevalecientes de cada región.
Aunado al programa anterior, se han destinado 400 millones de pesos más en apoyo al frijol, dentro de los programas de Alianza Contigo, en el “Fondo de apoyo de la productividad de frijol”.
Los recursos destinados suman 900 millones de pesos; no se debe de olvidar que estos programas no pueden ser limitados por los trámites burocráticos y los requisitos que se exigen a los productores agropecuarios.
