Organizaciones internacionales y nacionales de derechos humanos exigieron la liberación de Felipe Arreaga Sánchez, fundador de la Orga-nización Ecologista de la Sierra de Petatlán (OESP), preso en el penal de Zihuatanejo, Guerrero, desde el 3 de noviembre de 2004, debido a falsas acusaciones formuladas por un cacique maderero.
El movimiento ecologista encabezado por Arreaga y otros líderes denunció la tala ilegal de bosques por parte de caciques locales desde mediados de los años noventa. En 1998, en represalia por su trabajo con el movimiento, Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera fueron detenidos, torturados y obligados a confesar por delitos fabricados.
Arreaga fue durante años secretario de la OESP y desde 2002 creó junto con su esposa, Celsa Valdovinos Ríos, la Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán. Ambos emprendieron una campaña de reforestación de 2003 a 2004 en la que plantaron 176 mil pinos y cedros.
Según los informes policiales, Arreaga Sánchez y otros líderes ecologistas fueron acusados de haber cometido un asesinato en 1998. Sin embargo, en la denuncia original de los hechos el testigo del crimen no identificó a los acusados. A pesar de esto, se ha presentado una nueva acusación en la cual los ecologistas ya son identificados como responsables. Felipe Arreaga Sánchez ya ha presentado testigos ante el juzgado que declararon que él estuvo en otra comunidad cuando ocurrió el crimen.
