Legislación Ambiental

Necesario eliminar intermediarismo excesivo

Uno de los mayores logros de la Unión de Comerciantes Mayoristas de México y de Latinoamérica (Uncofyl) ha consistido en apoyar con éxito a los comerciantes de la Central de Abasto de esta capital, que en más del 50 por ciento son también productores, lo cual facilita la eliminación del intermediarismo y permite llegar al consumidor final con productos de calidad y precios competitivos.

Con cerca de 77 años de vida, este organismo, que representa a los comerciantes mayoristas de la Central de Abasto y La Merced, ha logrado respaldar a sus socios (principalmente de frutas y legumbres) en el desarrollo y buen desempeño de su actividad.

Frente a una Central de Abasto que no está exenta de problemas económicos y financieros, la Uncofyl, vive una situación boyante capaz de apoyar y contar con los suficientes recursos para modernizar oficinas y servicios y agilizar e incrementar los apoyos a sus agremiados.

Juan I. Cruz Montes de Oca, también presidente de la Unión de Comerciantes en Frutas, Legumbres, Abarrotes y Locales Comerciales de la Central de Abasto de la Ciudad de México, destacó el apoyo que la organización ofrece a los productores, sobre todo en estos tiempos en que el crédito bancario es casi nulo.

En su calidad de también representante propietario por el sector de frutas y legumbres ante el Comité Técnico y de Distribución de Fondos del Fideicomiso para la Construcción y Administración de la Central de Abasto del Distrito Federal, Cruz informó sobre la puesta en marcha de dos importantes proyectos.

El primero es el que se refiere al abasto comunitario, que de hecho nació como programa de gobierno y donde participan de manera directa la Secretaría de Desarrollo Económico capitalino y los comerciantes. Este programa consiste en que el gobierno financia a pequeñas cooperativas de las zonas más marginadas, con créditos de hasta 50 mil pesos, con la idea de hacer llegar los productos a la Central de Abasto y La Merced a costos muy bajos y, a su vez, generar ganancias para las familias que forman parte de la cadena.

Por otra parte, el programa de abasto popular es muy similar: entregar los productos en los centros de venta con mejores condiciones de calidad y precio. Se pone énfasis en las zonas marginadas de la ciudad de México.

Programas de modernización

Con el actual gobierno capitalino, se crearon 70 coordinaciones territoriales, que abordan aspectos como modernización, seguridad y procuración de justicia, generando reportes que son de utilidad para las diferentes corporaciones policiacas y de seguridad privada. En dos años, se ha mejorado notablemente la seguridad y a los esfuerzos de la Central de Abasto, a lo cual ha contribuido la Policía Federal Preventiva (PFP).

Según Cruz, una medida muy importante y recientemente establecida, fue la de ser rigurosos en el horario de acceso a la Central. Antes de las seis de la mañana o después de las diez de la noche, no puede haber circulación de vehículos o personas. Gracias a esta medida, el índice de robos se ha desplomado.

En cuanto al sistema de peaje, Cruz aseguró que es bueno y lo único que se requiere es modernizar el sistema, para tener un mejor control sobre los recibos de cuotas.

Debido a que el trabajo en la Central de Abasto y La Merced es considerado como un negocio familiar, la participación de los menores de edad y las mujeres es fundamental. Para el caso de los menores de edad, existe una asociación que los apoya con actividades deportivas y educativas.

Sin embargo, como la mayoría de los menores de edad son carretilleros, los maltratos y la explotación por parte de los líderes de este sector hacia los infantes aún no se ha podido erradicar. En cuanto a las mujeres, éstas se han dedicado en mayor medida a actividades administrativas, de oficina.

Por su parte, el Programa de Certificación Fitosanitario, que funciona en la ciudad de México y Guadalajara, es autosuficiente y opera de manera adecuada, sentenció Cruz.

La Uncofyl se ha caracterizado por organizar ferias como la del nopal, del mole, del mango o la tuna, que tienen como objetivo principal el que los comerciantes detallistas de los 312 mercados que operan en la ciudad de México, además de los tianguistas, recurran a la Central de Abasto para adquirir sus mercancías. Esto beneficia directamente al consumidor final, como son las amas de casas.

La organización está empeñada en mejorar la relación que se tiene con los proveedores, es decir, con los productores agropecuarios que en su mayoría son ejidatarios comuneros. Lo más importante es apoyarlos económicamente en la adquisición de, por ejemplo, insumos o abono.

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