La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) refrenda su rechazo a esta medida que afecta directamente el bolsillo de los mexicanos y su poder adquisitivo
Ciudad de México.— La situación económica en México no resiste más embates contra su débil desempeño. El gobierno especula con continuar o no con la liberalización de los precios de la gasolina y su calendario de aumento de precios para este año; está por anunciar este 3 de febrero un nuevo incremento de un 8 por ciento; el colmo sería que busque capitalizar electoralmente esta grave situación, al dar un freno temporal para elevar la popularidad de su gobierno y partido.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) refrenda su rechazo a esta medida que afecta directamente el bolsillo de los mexicanos y su poder adquisitivo por lo que exigimos que se cancelen en definitiva los gasolinazos.
La cadena de suministros no va a soportar este segundo incremento al precio de las gasolinas, invariablemente terminará por endosarlo al consumidor. Este triple golpe que recibe la sociedad mexicana: gasolinazos, devaluación del peso y las agresiones de Trump, está minando severamente la poca estabilidad y paz social de que goza el país.
En este momento debemos concretar acciones que garanticen y fortalezcan la estabilidad del país. El pueblo de México siempre se ha mostrado maduro y responsable, los mexicanos no queremos más violencia, queremos vivir en paz; por ello, en la actual coyuntura la unidad nacional es un mecanismo de defensa de la sociedad, ojalá y el gobierno entienda la señal y simplemente se acate la voluntad popular sin falsos protagonismos al hacer lo que le toca, coordinar la defensa de la soberanía nacional en un momento de alto riesgo para México y en el que los mexicanos estamos dispuestos a defender la dignidad de nuestra patria.
El gobierno de EPN no debe optar por administrar esta crisis, por sortearla; esta situación no admite simulación alguna. Con la caída del muro de Berlín el mundo moderno pagó el precio de la libertad y no aceptará regresar a la oscuridad jamás. El muro de Trump en ningún caso se puede comparar con una barda entre dos casas, son cosas totalmente diferentes.
La posición de los mexicanos es de rechazo a la construcción de muros en cualquier parte del mundo y nos declaramos a favor de la construcción de puertas y puentes; se trata de abrir, no de cerrar. Por lo que le decimos a nuestro canciller y a nuestro presidente: México no quiere el muro, por lo que la discusión de quién lo paga sale sobrando.
Fuente: Teorema Ambiental, imagen
