El campo no está en extrema pobreza por culpa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sino por falta de políticas agropecuarias, afirma Armando Paredes Arroyo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), organismo que aglutina a las principales empresas agroalimentarias del país.
En entrevista, señala que el balance del TLCAN muestra muchos aciertos, pero también reconoce que hay sectores que han sido afectados, como los granos, la porcicultura, los cárnicos, los cuales necesitan políticas de compensación.
Del otro lado están las hortalizas, un sector muy dinámico en términos de exportaciones. “De los siete millones de empleados que hay remunerados en el sector agropecuario casi 60 o 70 por ciento pertenece a este sector”, puntualiza.
Armando Paredes expone que los tratados comerciales son una gran oportunidad, pero por desgracia están desaprovechados. Hoy, 80 por ciento de las exportaciones mexicanas van hacia Estados Unidos, mientras que los productos agroalimentarios exportados a la Comunidad Europea sólo representan el 4 por ciento.
“Existen tratados con cerca de 37 países y no se han explotado. Hay un gran potencial en el área de frutas y hortalizas, pero falta aprovechar el potencial productivo”, añade.
Donde realmente el país tiene su potencial –recalca– es en el sureste, sin embargo las condiciones económicas de esta zona no son óptimas.
Paredes Arroyo expresa que el campo es muy complejo y considera que los productores ya incorporados al mercado son los que se tiene que impulsar por medio de políticas agropecuarias, y el resto tendrá que generar otro tipo de actividades para impulsar la inversión.
Por otra parte, el dirigente del CNA visualiza un escenario político muy complicado, ya que México no le otorgó su apoyo a Estados Unidos con su voto en el seno de Naciones Unidas para atacar Irak, en los meses pasados, lo cual puede complicar aún más la relación entre ambos países.
Para el sector agrícola el ambiente también es complicado por la situación que se está viviendo, como lo es la seguridad de las fronteras. Ahora el tráfico de mercancías se efectúa en una hora y media más y pudiera complicarse en mayor medida.
Acuerdo Nacional para el Campo
En lo que corresponde a las acciones y compromisos del Acuerdo Nacional para el Campo y el Desarrollo de la Sociedad Rural, este ejercicio fue hecho con el propósito de tomar en cuenta los interlocutores definidos, pero las mesas se convirtieron en un foro complejo, muy politizado e incluso con un fuerte tinte electoral.
Paredes sostuvo que dentro del Acuerdo Nacional, el hecho de modificar el TLCAN o el artículo 27 no son una solución a los problemas agrarios, sino “pura demagogia”, e indicó que las propuestas que impliquen cambios legislativos tendrán que ser atendidas por el Congreso de la Unión, mientras que es un hecho que la mayoría de los agricultores no podrán competir frente a un tratado comercial que los pone en severas desventajas.
