Legislación Ambiental

Greenpeace pide impulso a agroecología contra políticas de Trump

Teorema Ambiental/Redacción

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La organización ambientalista Greenpeace pidió al gobierno federal impulsar la agricultura ecológica en el país como una oportunidad frente al endurecimiento de las políticas de Estados Unidos que buscan poner muros no solo en el tema migratorio sino también en acuerdos comerciales que impactarán al campo mexicano.

Greenpeace publicó el reporte Navegando hacia el futuro de la agricultura sobre su reciente visita a Cuba, que documenta casos exitosos de producción agroecológica que ayudaron a la isla a hacer frente al bloqueo económico que resiste desde hace dos décadas.

“Apostar por la agricultura ecológica beneficiará al campo mexicano al liberarlo de la intensiva aplicación de fertilizantes y plaguicidas químicos —muchos de ellos importados— que incrementan los costos para los campesinos y ponen en riesgo la salud de las personas y del medio ambiente; reduce la migración y además abre nuevas puertas a la industria alimentaria nacional e impulsa el consumo local”, dijo Aleira Lara, líder del Programa de Agricultura y Alimentación de Greenpeace México.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda que las importaciones de alimentos no rebasen el 25 por ciento de lo que se consume en el país, pero en México, la compra de alimentos básicos del exterior es de 45 por ciento. México es el tercer mercado de exportación agrícola de Estados Unidos.

Las ventas estadounidenses de alimentos y productos agrícolas a México totalizaron un récord de 19 mil 500 millones de dólares en el año fiscal 2014, lo que representa casi el 13 por ciento de todas las exportaciones agrícolas de Estados Unidos principalmente maíz, soya, productos lácteos, cerdo, aves de corral y carne de vacuno, reportó la organización no gubernamental.

“Tenemos que buscar la promoción y el fortalecimiento del modelo agroecológico que ha demostrado ser una alternativa viable para mantener la soberanía alimentaria y la producción de alimentos sanos y suficientes para la población; es cuestión de voluntad política. Basta con voltear a ver casos exitosos como el de Cuba, donde la agricultura ecológica genera el 90 por ciento de las frutas y hortalizas que se consumen en la isla, demostrando al mundo que hay otra forma de cultivar la tierra y garantizar la soberanía alimentaria de un país”, añadió Lara.

Cuando la agricultura cubana quedó sin recursos al desintegrarse la Unión Soviética, los campesinos cubanos, con solo el 25 por ciento de las tierras cultivables, aplicando agricultura ecológica, fueron capaces de producir hasta el 65 por ciento del suministro de alimentos en la isla. Esta ola agroecológica detonó también la agricultura urbana que hoy da empleo a más de 350 mil personas, incluyendo más de 70 mil mujeres.

Tras la visita que realizaron a Cuba, a bordo del barco Rainbow Warrior, comunidades mayas de Campeche y Yucatán, algunos funcionarios de este último estado, investigadores e integrantes de Greenpeace, tuvieron la oportunidad de conocer los casos exitosos de la agroecología cubana y tender puentes para la colaboración e intercambio de conocimiento en prácticas agroecológicas en ambos países, los cuales quedaron asentados en el informe Navegando hacia la agricultura ecológica.

“Es momento de unirnos y resistir a los embates de las políticas del nuevo presidente de Estados Unidos y juntos buscar alternativas como la agroecología y tender puentes hacia otros horizontes. Gobiernos como el de Yucatán han dado ya un primer paso hacia la soberanía campesina al implementar el programa Milpa Maya y Sistemas Agroecológicos, así como al declarar al estado como zona libre de transgénicos, pero falta más. Es urgente que el gobierno federal se involucre para la construcción de políticas públicas que refuercen la agroecología en todo el país que provea alimentos para la vida, no contra ella”, concluyó Lara.

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