Los tribunales federales determinaron que la sentencia sea ejecutada de inmediato
México.— El pasado 17 de enero el magistrado Serafín Salazar Jiménez determinó que el consorcio minero canadiense Goldcorp, debía devolver las tierras —alrededor de 600 hectáreas— que ocuparon de manera ilegal, ya que los convenios de ocupación temporal no son legales y nunca esa empresa compró las tierras.
El conflicto agrario jurídico inició en 2009 y los tribunales federales determinaron que la sentencia sea ejecutada de inmediato, lo cual implica que la minera Peñasquito tendrá que restituir a los ejidatarios zacatecanos sus tierras, el terreno en el que se aloja el tajo más grande a cielo abierto de oro y plata de México, y uno de los más grandes del mundo.
En el municipio de Mazapil, ubicado en el desierto zacatecano, la empresa transnacional líder mundial en manejo de metales preciosos Goldcorp, inició actividades a principios de 2005 sobre cuatro ejidos: El Vergel, Mazapil, Cerro Gordo y Los Cedros.
El complejo minero se denominó Peñasquito y hoy es la mina de oro más grande de América Latina.
Goldcorp lidera el mercado de los metales a escala mundial. Ha tenido un rápido crecimiento en Estados Unidos como productor de oro de alto nivel. Su estrategia mundial de inversión se basa en mantener bajos costos de producción, lugares que tengan bajo riesgo político e invertir a través de la política de dividendos. De acuerdo con sus propias cifras, el corporativo canadiense crecería 70 por ciento en los próximos cinco años.
Goldcorp invirtió mil 500 millones de dólares en Peñasquito. Antes erogó mil millones de dólares más para trabajos de exploración. La mina tiene 22 años de vida útil y muchos la conocen como el “Dorado mexicano”. Kevin McArthur, presidente de Goldcorp, comentó que estaba especialmente satisfecho con esta inversión, considerando que Peñasquito se ha convertido en la más grande mina de metales preciosos y a más bajo costo.
Para establecer la mina Goldcorp reubicó a las familias de los ejidatarios zacatecanos dueños de las tierras. Para ello se valió de “contratos de ocupación temporal”, de falsificación de títulos agrarios y de engaños a las familias de ejidatarios dueñas de estas tierras.
Sin embargo, no todos los ejidatarios aceptaron las condiciones impuestas por la transnacional, y acudieron a las autoridades mexicanas 29 familias de ejidatarios del ejido de Cerro Gordo, encabezados por el presidente del comisariado ejidal Manuel Ordóñez Saucedo, Héctor Manuel Ordóñez y Daniel Mendoza Barbosa, quienes demandaron a Goldcorp, lograron finalizar el proceso tan sólo en cuatro años.
La grave situación jurídica en la que se encuentra la empresa, está debidamente documentada en el expediente de origen 412/2009; con un Recurso de Revisión número 16/2012-01, cuya sentencia a favor de los ejidatarios de Cerro Gordo, fue ratificada en sus términos, al negarse el amparo directo promovido por Peñasquito. A solicitud del juez, las partes se reunirán el día de hoy, en el Tribunal Unitario Agrario de Zacatecas para iniciar el proceso de ejecución.
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