Grupos ambientalistas no coinciden con la versión del gobierno, con la que justifica el cambio de estatus, de «Parque Nacional» a zona de “Protección de Flora y Fauna”
La noticia de que el presidente Enrique Peña Nieto publicó el decreto mediante el cual se modifica el estatus del que goza el macizo montañoso del Nevado de Toluca y sus áreas circunvecinas desató polémica en las redes sociales.
La molestia surgió desde el pasado 2 de octubre cuando quedó cancelado el estatus de Parque Nacional otorgado en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas al Nevado de Toluca, resolución que prohibía cualquier tipo de explotación de los recursos de esa zona natural.
Así, el Parque Nacional se convirtió desde el pasado miércoles en un Área de Protección de Flora y Fauna, y con la posibilidad legal de que en adelante en 96 por ciento de este territorio se permita la actividad humana, pero de manera sustentable.
Greenpeace sostuvo que la modalidad de Parque Nacional restringía las actividades realizadas en la zona, mientras que la de Protección de Flora y Fauna “abre la puerta a una mayor presencia de actividades humanas —con diferentes niveles de impacto sobre los recursos naturales y sobre los ecosistemas (que incluye actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras)—, sin contar con un plan de manejo, lo que incrementará la sobreexplotación y el deterioro de la superficie ya afectada por la ausencia de un programa de manejo”.
En el decreto presidencial puede leerse que ahora se permite el “aprovechamiento extractivo de vida silvestre” o la “construcción y mantenimiento de infraestructura pública o privada”, enunciados que han despertado los rechazos de algunos y las dudas en otros, luego que el macizo montañoso es fuente de agua para los ríos Balsas y Lerma, a su vez caudales que alimentan a la ciudades de México y Guadalajara, entre otras.
De acuerdo con el documento, el ahora antiguo parque nacional cuenta con una superficie total de 53 mil 590 hectáreas, de las cuales, ahora sólo mil 941, 4 por ciento, continuarán como “núcleo” protegido, donde se prohíbe contaminar suelos y cuerpos de agua o daños a la flora y la fauna, así como la extracción de minerales, en definitiva, la alteración de los ecosistemas.
Mientras, el 96 por ciento restante, que comprende 51 mil 659 hectáreas, será considerado como “zona de amortiguamiento”, en la que se permitirá realizar “turismo sustentable”, “actividades agrícolas y pecuarias” o “manejo forestal”, además de que los particulares podrán erigir infraestructura responsable con el medio ambiente.
Por su parte, el titular de la Semarnat, Juan José Guerra Abud, informó que el decreto emitido por el presidente Enrique Peña Nieto busca la creación de un área de protección ambiental y enfatizó que no permitirá la tala indiscriminada, sino que se tendrán aprovechamientos forestales sustentables.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, son más de diez mil hectáreas del Parque Nacional del Nevado de Toluca las que se encuentran deforestadas.
Guerra Abud detalló en entrevista con Radiofórmula, “que el decreto del presidente Lázaro Cárdenas del Río, en 1936-377, delimitó el Parque Nacional del Nevado de Toluca, donde, a partir de los tres mil metros hacia arriba, toda la superficie fue declarada parque nacional, espacio en el que no se puede realizar ninguna actividad”.
Teorema Ambiental
