Legislación Ambiental

“Blindaje agroalimentario” Positivo, pero insuficiente

“Medidas limitadas e ingenuas”

Fidel Herrera Beltrán (PRI): El anuncio del “blindaje agroalimentario” es una intención positiva de las autoridades, con la que reconocen la problemática del sector agropecuario nacional, y atienden al mandato del Senado de la República para establecer medidas de emergencia frente a los efectos negativos que puede traer la nueva Ley Agrícola de Estados Unidos.

Empero, las medidas hasta ahora conocidas para apoyar al sector agropecuario son insuficientes y totalmente limitadas. El problema no es de impuestos a la exportación, sino de los cuantiosos subsidios internos que tiene la agricultura estadounidense. Resulta ingenuo que México trate de proponer ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) la eliminación de los subsidios a las exportaciones mientras que Asia, África y algunos países de Sudamérica se proponen otras medidas, como apoyos y compensaciones en su sector alimentario.

“Paga el campo costo de la modernización”

Demetrio Sodi de la Tijera (PRD): Es positivo que el Ejecutivo presente un programa, aunque sea insuficiente, pues el último plan agropecuario integral fue el Sistema Alimentario Mexicano (SAM), con vigencia sólo en el sexto año de gobierno del ex presidente José López Portillo.

No ha sido el TLCAN lo que ha afectado al campo sino la falta de un Estado comprometido con éste. En el caso del maíz se establecieron aranceles, pero el gobierno mexicano no los quiso aplicar, pues se ha seguido el criterio de que el campo mexicano pague los costos de la modernización.

El “blindaje agroalimentario” es un primer paso dado por el gobierno federal y debe aprovecharse para, junto con el Congreso, avanzar y realizar un programa por producto que garantice y dé certidumbre al sector agropecuario, pues la Ley de Desarrollo Rural Sutentable no es ningún instrumento efectivo para proteger al maíz o al frijol, o para promover el desarrollo de inversión pública.

“También errores jurídicos dañaron al agro”

Juan José Rodríguez Prats (PAN): Por primera vez se diseña un programa de apoyo en un escenario de apertura comercial derivada del TLCAN, pero que es insuficiente como todo presupuesto aplicado en un país subdesarrollado donde hay escasez de recursos.

Señalar al TLCAN como el gran detonador de los problemas que hay en el campo es actuar con ligereza, pues el sector agropecuario ha padecido graves errores jurídicos, como cuando se determinó predios afectables a aquellos que no acreditaban que estaban totalmente cultivados. Esto provocó deforestación y dañó gravemente las actividades agropecuarias del sureste mexicano.

El TLCAN estableció plazos para amortiguar la apertura comercial que se espera para el año próximo, pero éstos no se aprovecharon. Ahora, el productor mexicano debe aprender a hacer coincidir la vocación de su tierra con las demandas del mercado para salir adelante en la comercialización, apoyado por el Estado con protección fitosanitaria, así como con la organización adecuada y el sistema financiero.

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