MONTERREY, NL.— Con la complacencia de autoridades federales, estatales y municipales, desarrolladores urbanos construyen residencias y negocios dentro del Cañón de La Huasteca, que forma parte del Parque Nacional Cumbres y de una zona declarada reserva de la biosfera en 2005 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), señaló el ambientalista Guillermo Martínez Berlanga.
En entrevista, recordó que la administración municipal de Santa Catarina 2006-2009 revocó el pasado 15 de febrero el proyecto inmobiliario Valle de Reyes, con el cual se pretende desarrollar 2,139 hectáreas y construir un campo de golf.
El ayuntamiento argumentó que un acuerdo que daba permiso de efectuar las obras, aprobado el 28 de octubre de 2006 por la anterior administración (encabezada por Irma Adriana Garza), “no cumplió con los requisitos mínimos de una convocatoria pública, audiencias de ley, así como la fundamentación y motivación jurídica”. Berlanga indicó que ahora las autoridades municipales “se están haciendo de la vista gorda” para permitir un nuevo asentamiento urbano dentro de la zona natural protegida.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano del cabildo de Santa Catarina, Víctor Pérez Díaz, dijo al respecto que el ayuntamiento nada puede hacer para frenar las casas y supuestamente hasta negocios y un hotel que se construyen en el Cañón de la Huasteca, pues los desarrolladores tienen permisos otorgados por la administración priísta anterior.
Aseguró igualmente que los trabajos no se efectúan dentro del proyecto Valle de Reyes, que está en litigio ante tribunales federales, pues a la revocación acordada por el cabildo se opuso Grupo Financiero Banorte, que aparece como fiduciario de Constructora Marfil.
“Ya los compraron, ya los arreglaron, sencillamente era cuestión de tiempo para taparle el ojo al macho; el alcalde panista Dionisio Herrera Duque es un pelele al servicio de los desarrolladores”, dijo Martínez Berlanga.
Agregó que como estrategia para engañar a la ciudadanía, Ramiro Guzmán Barbosa, presidente de la Constructora Marfil —que promueve Valle de Reyes—, dice que estarían dispuestos a prescindir del campo de golf con tal de que el cabildo santacatarinense apruebe el proyecto inmobiliario, a lo que el alcalde respondió que ve “con buenos ojos” que el empresario “reconozca sus errores”, y que es bienvenido todo lo que haga crecer a Santa Catarina.
Guillermo Martínez señaló que si la autoridad municipal realmente quisiera cumplir la ley, suspendería las obras, pero no lo hará, porque está al servicio de los depredadores urbanos y lo mismo pasa, dijo, con el gobierno estatal, mientras la delegación de la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “está a cargo de una distinguida panista (Brenda Sánchez) que sabe de cuestiones ambientales y jurídicas lo que yo sé de chino, es decir, nada”.
Consideró que estas cuestiones “vuelven a una negociación en una concertacesión, porque la delegada de Semarnat no tiene los conocimientos ni el carácter para sancionar a estos tipos, mientras el alcalde, que debería tener autonomía, nada más la usa cuando le conviene”.
El ambientalista consideró que “estamos ante autoridades corruptas u omisas en el mejor de los casos, y viene en serio la depredación de las áreas verdes de la zona metropolitana; igual hace el alcalde panista de Monterrey, Adalberto Madero, al modificar el cambio de uso de suelo en el cañón de El Huanuco: pulverizó la tierra en Sierra Blanca a la entrada de la Estanzuela, “ya están haciendo casas de 200 metros cuadrados, donde no se deben hacer ese tipo de construcciones, pero está pagando favores de campaña”.
Fuente: La Jornada
