Entre enero y marzo de 2018, la empresa registró 3 mil 691 perforaciones ilegales, el número más alto en la historia de la petrolera
Teorema Ambiental/Redacción
La perforación ilegal de la red de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para el robo de combustibles se mantiene como uno de sus principales problemas, pues al cierre del primer trimestre del año ya alcanzó un incremento de 37 por ciento, de acuerdo con su último reporte.
Entre enero y marzo de 2018, la empresa registró tres mil 691 perforaciones ilegales, el número más alto en la historia de la petrolera. La cifra representa 987 tomas más, en comparación a las dos mil 704 que se registraron en el mismo periodo del año pasado.
Esto, indica el documento, demuestra que a pesar de las estrategias emprendidas para detener esta conducta, en conjunto con otras instituciones gubernamentales como la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de la Defensa Nacional, así como la Policía Federal y autoridades locales, no se ha logrado disminuir esta tendencia delictiva.
De acuerdo con Pemex, el robo de hidrocarburos a su red de ductos le dejó en el último año una pérdida económica de 30 mil millones de pesos, lo cual afecta directamente a sus finanzas, pues además del robo, la empresa también debe gastar en la reparación de infraestructura.
La mayor parte de las tomas clandestinas fue detectada en Puebla, con más de 517 perforaciones ilegales, lo que la coloca nuevamente en el estado con mayor incidencia. Hidalgo se convirtió en la segunda entidad con más tomas clandestinas con 455, con un aumento de 112 por ciento en comparación al mismo periodo de 2017.
Guanajuato dejó de ser el estado número uno en tomas clandestinas, aunque se mantiene en el tercer sitio, ya que reportó 415 tomas, una reducción de 10 por ciento, mientras que Veracruz se posicionó en el cuarto sitio con 381 perforaciones.
Otra de las entidades donde aumentó de manera significativa el número de tomas clandestinas fue Jalisco, con 335 tomas, 139 por ciento, mientras que el Estado de México subió 38 por ciento con 315 perforaciones.
Expertos aseguran que, de continuar la problemática, en el mediano y largo plazo generaría un aumento de 15 a 20 por ciento en el precio de los combustibles para los usuarios finales, ya que la seguridad podría representar para las empresas privadas hasta 30 por ciento de sus costos.
Actualmente, las pérdidas millonarias por los daños a la red de ductos y el robo de hidrocarburos, en su mayoría son absorbidas por Pemex, por lo que no se ve reflejado en el precio de venta. Sin embargo, los particulares no podrán replicar dicho modelo, pues ello pondría en riesgo su rentabilidad.
Por estos delitos, el director de Petróleos Mexicanos, Carlos Alberto Treviño, mencionó que se ha logrado detener a más de mil 600 personas y que se había despedido a 100 empleados.
